Esta situación puede afectar la salud, desempeño laboral y calidad de vida.
Según un estudio publicado por Mayo Clinic, el insomnio “es un trastorno del sueño frecuente que puede causar dificultad para conciliar el sueño (quedarse dormido) o mantenerlo, o puede hacer que te despiertes demasiado temprano y no puedas volver a dormirte”.
Esta situación no solo puede minar tu energía y estado de ánimo, sino que también puede afectar tu salud, desempeño laboral y calidad de vida.
Expertos aseguran que para que un adulto sienta que ha descansado necesita entre 7 y 8 horas de sueño por noche.
¿Cuáles son los síntomas?
- Dificultad para conciliar el sueño a la noche.
- Despertarse durante la noche o muy temprano.
- No sentirse bien descansado después del sueño nocturno.
- Cansancio o somnolencia diurnos.
- Irritabilidad, depresión o ansiedad.
- Dificultad para prestar atención, concentrarse en las tareas o recordar.
- Aumento de los errores o los accidentes.
- Preocupaciones constantes respecto del sueño.
Las causas
Las causas frecuentes del insomnio crónico comprenden:
Estrés: Las preocupaciones relacionadas con el trabajo, la escuela, la salud, las finanzas o la familia. También los acontecimientos o traumas de la vida, como la muerte o la enfermedad de un ser querido, un divorcio o la pérdida de un trabajo, también pueden causar insomnio.
Viajes u horarios de trabajo: Los ritmos circadianos actúan como un reloj interno y regulan el ciclo circadiano, el metabolismo y la temperatura corporal. La alteración de los ritmos circadianos del cuerpo puede causar insomnio.
Malos hábitos de sueño: Incluyen los horarios irregulares de acostarse, las siestas, las actividades estimulantes antes de acostarse, un entorno de sueño incómodo y el uso de la cama para trabajar, comer o mirar televisión.
También el uso de computadoras, televisores, videojuegos, teléfonos inteligentes u otras pantallas antes de acostarse pueden afectar el ciclo del sueño.
Alimentación en exceso en la noche: Está bien ingerir un tentempié liviano antes de acostarse, pero comer en exceso puede causarte molestias físicas cuando estás acostado.
Trastornos de salud mental: Los trastornos de ansiedad, como el trastorno por estrés postraumático, pueden alterar el sueño. Levantarse muy temprano puede ser un signo de depresión.
Medicamentos: Muchos fármacos recetados pueden afectar el sueño, por ejemplo, ciertos antidepresivos y medicamentos para el asma o la presión arterial.
Afecciones: Los ejemplos de afecciones relacionadas con el insomnio incluyen el dolor crónico, el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardíacas, el asma, la enfermedad del reflujo gastroesofágico, el hipertiroidismo, la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer.
Trastornos relacionados con el sueño: La apnea del sueño produce pausas respiratorias periódicas durante la noche, lo que interrumpe el sueño. El síndrome de las piernas inquietas produce sensaciones poco agradables en las piernas y un deseo casi irresistible de moverlas, lo que puede impedir conciliar el sueño.
Cafeína, nicotina y alcohol: El café, el té, las bebidas cola y otras bebidas con cafeína son estimulantes. Beberlas a última hora de la tarde o de la noche puede impedirte que concilies el sueño nocturno.
10 consejos que debes seguir para conciliar el sueño
1. Evitar practicar ejercicio intenso antes de acostarse.
2. Crear un ambiente relajado en el dormitorio.
3. Evitar objetos y factores que puedan despertarnos.
4. Establecer rutinas positivas asociadas al sueño.
5. Asociar mentalmente cama y sueño.
6. Climatizar el dormitorio.
7. Evitar las comidas copiosas y el alcohol antes de dormir.
8. Tomar alimentos que faciliten el sueño.
9. Recurrir a una siesta breve.
10. Tomar infusiones de plantas medicinales que ayuden a conciliar el sueño.
Con información de Impacto Venezuela
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