Cuando pensamos en bacterias, inmediatamente imaginamos un grupo de organismos que causan enfermedades e infecciones. Sin embargo, aunque este concepto no está alejado de la realidad, el cuerpo contiene muchas bacterias “amigables” en el tracto intestinal.
La flora intestinal, es el conjunto de microorganismos conocidos como probióticos (bacterias, hongos, protozoos y levaduras) que cumplen funciones específicas en el organismo.
Una flora intestinal normal actúa como barrera de protección contra diversas infecciones. Además, son responsables de absorber y sintetizar algunos tipos de vitaminas y nutrientes. Por tanto, cumplen un trabajo importante en el sistema digestivo.
Estas “bacterias buenas” también se pueden encontrar en ciertos alimentos fermentados y en suplementos que son similares a los microorganismos que viven en el intestino. Los probióticos mejoran ciertos problemas digestivos como hinchazón, gases, diarrea y estreñimiento cuando se toman en cantidades adecuadas.
Sin embargo, ¿cuáles son las causas que provocan estos problemas de digestión? Existen algunos malos hábitos que influyen directamente sobre la función de la flora intestinal.
Malos hábitos de salud digestiva
Comer tarde
Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard, las horas recomendadas para consumir alimentos a lo largo del día y la noche son a las 7:11 a.m para desayunar, 12:38 p.m para almorzar y 6:14 p.m para cenar. No obstante, la mayoría de personas no cumple esta regla.
Comer demasiado tarde puede aumentar los problemas de digestión. Comer pasada las 10 p.m, por ejemplo, aumenta la sensación de acidez estomacal durante la noche. Los alimentos pueden volver a subir al esófago más fácilmente cuando está acostado. Es preferible comer al menos 2 a 3 horas antes de irse a la cama.
Beber alcohol
En México, cerca del 78 % de la población mexicana consume bebidas alcohólicas. El consumo de alcohol provoca exceso de gases estomacales y contribuye al desarrollo de úlceras o evitar que cicatricen. Si se mezclan distintos tipos de alcoholes también puede provocar fuertes dolores de cabeza.
Comer muy poca fibra
Una persona necesita comer alrededor de 25 gramos de fibra por día para prevenir el estreñimiento y mantener sus deposiciones intestinales regulares. Los alimentos ricos en fibra que favorecen la digestión son las zanahorias, espinacas, lechuga, judía verdes, remolacha, espárragos, brócoli, naranjas, manzanas, plátanos, frutos secos, camote y patatas.
Uso excesivo de medicamentos
Cuando tenemos problemas en el estómago (como hinchazón), generalmente recurrimos a tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), como la aspirina, ibuprofeno o diclofenaco. Sin embargo, este tipo de fármacos pueden agravar los problemas digestivos y poner en riesgo de desarrollar úlceras de estómago.
Comer demasiado rápido
Comer muy rápido puede provocar una sensación de hinchazón, saciedad incómoda y eructos. Esta práctica no le da suficiente tiempo al estómago para expandirse. En ese caso, disminuya la velocidad para una mejor digestión, mastique bien cada bocado y trague. De esta manera, disfrutará mejor su comida porque tendrá tiempo de saborearla.
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