Lo primordial es consultar con su médicos más aquí le presentamos algunos tips que lo ayudaran a comprender lo que implicaría tomar alcohol junto al consumo a medicamentos.
- El Paracetamol (Acetominofen) junto al alcohol puede causar toxicidad en el hígado
- Los analgésicos son contraindicados con la ingesta de alcohol
Franklin Carrillo.
Entre tantos dime y diretes cotidianos en torno a nuestra salud una de las interrogantes que siempre nos hacemos es ¿Puedo tomar alcohol si he tomado medicamentos?, la mayoría de las personas indican que esto no se debe hacer porque afectaría en el desarrollo del medicamento en el organismo, pero que tiene de cierto todo eso.
Pues lo recomendable en estos casos en consultar a su médico sobre el tema, pero acá le daremos algunos tips para que este mas claro en torno a esto. El alcohol si afecta en algunos medicamentos como los antibióticos, antituberculosos, analgésicos, depresores del sistema nerviosos, inhibidores de la monoaminooxidasa, antihistamínicos, hipoglucemiantes orales.
En algunos casos la efectividad de estos fármacos se ve comprometida si lo acompaña o ingiere en un tiempo determinado con el alcohol. Los antibióticos reducen su eficacia y en algunos casos produce hasta nauseas, vómitos, ansiedad, hasta incluso taquicardia, insuficiencia respiratoria, etc.
OJO. Paracetamol (Acetominofen) y alcohol no se la llevan.
El Paracetamol en su componente principal Acetominofen junto a el alcohol no se la llevan nada bien, pues este se transforma en el hígado generando toxicidad, igual en el caso de anticoagulantes orales.
Además, se recomienda no mezclar antiinflamatorios y alcohol ya que producen pequeñas lesiones en la mucosa gástrica que provocan dolor de estómago, sensación de quemazón a nivel retroesternal causada por el reflujo del contenido gástrico hacia el esófago e incluso, en casos de ingestión crónica, la aparición de úlceras y hemorragias digestivas.
Por último, debes tener presente que el alcohol disminuye la actividad cerebral, lo que se traduce en una pérdida de reflejos, problemas en el habla, descoordinación de movimientos e incluso pérdida de la conciencia y coma.
El alcohol potencia los efectos de todos aquellos fármacos que actúan a nivel cerebral, sobre todo de los que disminuyen la actividad neuronal, los que conocemos como sustancias depresoras del sistema nervioso central: benzodiacepinas (diazepam, bromazepam,…), barbitúricos (pentobarbital, tiopental, …), analgésicos opiáceos (codeína, buprenorfina, morfina,…). Por tanto, si ya de por si el alcohol puede ser muy peligroso para llevar a cabo ciertas actividades como conducir, su mezcla con algunos de estos medicamentos es más que imprudente.
Lo más recomendable en todos estos casos es consultar con su médico y no consumir alcohol en exceso
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