Polonia muestra el mayor castillo del mundo
A Polonia lo camina su río principal, El Vístula. El más largo y el más salvaje del mundo. A través de sus aguas se descubren sus tesoros más impresionantes. Todo el tramo que pasa entre Torum y su desembocadura en el Báltico, muy cerca de Gdansk es un desfile espectacular de hermosos paisajes naturales. Además el asomo de pueblos adormilados y soberbias fortalezas.
Polonía muestra sus emblemas mundiales.
El río Vistula es un emblema sentimental de Polonia. Se ha convertido en referente y columna vertebral del país. Los 1047 km atraviesan al país de sur a norte. Su recorrido en una guía histórica que señala el pasado de las ciudades que sus aguas riega. Partiendo desde Auschwitz, llegando a la apoteósica Cracovia, la antigua colonia de artistas de Kasimire Dolny o la enérgica capital, Varsovia. Ya en su tramo final, Torun – Gdansk, ya el río se convierte en mar y luego se divide en dos canales para ser un hermoso delta.
Si iniciamos en Torun, famosa por ser la ciudad natal de Copérnico, observamos como esta atravesada por el Vístula. Su orilla extiende una de las siluetas más extraordinarias de Polonia. El aire gótico que pudo escapar del efecto de las bombas, guardando rincones llenos de magia. Allí destacamos la catedral, el ayuntamiento, las iglesias y el pueblo en general. Además, todo lo que dejó plasmado el genial astrónomo como tesoro nacional, junto al pierniki o pan de jenjibre, reconocido en todo el país.
Una travesía en el extremo del río Vístola
El río se sumerge en el Valle a la altura de Torum, así llega hasta dar con poblaciones como Chetmno (Ciudad de los Enamorados), muy visitada por contener reliquias pertenecientes a San Valentín, o Gruczno, visitada por tener la casa de los últimos menonitas, protestantes que habitaron estas tierras predicando sencillez y humildad aislandose de la poblción polaca.
Siguiendo el curso del hermoso río damos con la maravillosa herencia teutónica. Representada por el Castillo de Gniew, en la misma orilla, y seguida de la fortaleza gótica de Marbork. Imponente edificación elaborada con ladrillo convirtiendose en una joya del planeta. Magnífica tanto por fuera que por dentro. Patrimonio Mundial de la Humanidad. En otros tiempos fue un cuartel general de los caballeros durante siglo y medio. Su visita es un punto obligada para los turistas. Luego nos detendremos en Gdansk, la ciudad principal del norte de Polonia.
Gdansk es una preciosa ciudad, donde destaca la arquitectura impresionante de la zona portuaria, con interesantes museos y puestos de ámbar por cada rincón. Por ser cuna de esta piedra semipreciosa y por su museo de la Segunda Guerra mundial, no puedes de dejar de visitarla.
Para saber más
Para llegar a Polonia es realmente sencillo. Muchas compañias brindan vuelos directos a Varsovia desde distintos lugares de España. El trayecto desde allí no pasa de tres horas. Al llegar, el punto de partida es la capital polaca. La ruta es por el río Vístula, comenzando desde Torum, allí puedes llegar en coche de alquiler, en autobús o en tren.
Si te decides a seguir el curso del Vístula puedes alquilar un Houseboat o baraco-casa si andas en familia o seguir el curso por la carretera. Petla Zulawska te ofrece hoteles flotantes con todas las comodidades para 7 personas. El título de PER te lo dan luego de un curso de 5/6 horas. Son 200 kilómetros y se recorre en una semana. Solo se pagan 800 y 1500 euros, eso si, sin gasolina ni comida.
Para dormir, sugerimos el Hotel Retman, cercano a la plaza central. Encantador lugar de aire tradicional. También esta Ibis Stare Miasto, en Gdansk, junto al casco antiguo, más moderno sin dejar de ser acogedor.
Para comer, en Torum, recomendamos Jan Olbracht. Las raciones son magníficas y la cerveza artesanal es aún mejor. En Gdansk, te atiende Gdanski Bowke, en un ambiente de atmósfera portuaria te sirven un exquisito menú, con una tradición de casi 200 años, que recuerda los mejores sabores polacos.
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