La Globalización 4.0 ha llevado a muchos países a prantear nuevas estrategias para impulsar su economía.
El impulso de la economía latinoamericana gracias a las exportaciones
La economía mundial está inmersa en lo que se conoce como “globalización 4.0”, un proceso de cambio en el que la innovación, las nuevas tecnologías, el know how, la ingeniería, la inteligencia artificial, los recursos humanos o las comunicaciones, entre otros, son el motor que mueve a los mercados internacionales.
Sin embargo, en los últimos años estamos viendo como las tensiones geopolíticas, la ralentización de la actividad económica mundial o la volatilidad financiera, no hacen sino generar incertidumbre entre los inversores.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el promedio de crecimiento para América Latina estaría en 0,5 %, por debajo del 0,9 % que se dio durante el año pasado.
Ante esta situación, los países tienen la obligación de tomar medidas de impulso para su economía y aprovechar los efectos positivos que pueden tener estas tensiones en los mercados.
Un buen ejemplo de ello lo vemos en países como México, que se está convirtiendo en uno de los grandes beneficiados por la crecente guerra comercial gracias al aumento de sus exportaciones a Estados Unidos, una de las principales vías para salir de este periodo de ralentización económica.
Incluso el objetivo del aumento de las exportaciones no solo debe verse como una oportunidad de generar mayores beneficios económicos, sino como una oportunidad de abrir Latinoamérica a nuevos negocios internacionales que generen valor y aumenten la competitividad en el mercado global.
Una forma de mejorar la confianza de los inversores durante la recta final del ejercicio y que continúan moldeando sus estrategias de inversión en los mercados financieros cada día más volátiles, sobre todo a la hora de operar en forex.
Reformas profundas para mejorar la economía
Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el 75% de los latinoamericanos apoya aumentar el comercio internacional, con especial énfasis en Venezuela, Honduras, Chile, Ecuador y Uruguay. Es más, el 58% de los latinoamericanos ven el comercio como un sinónimo de más empleo.
No obstante, aumentar el número de exportaciones de los países latinoamericanos pasa también por la necesidad de realizar profundas reformas estructurales que ayuden a mejorar y fomentar la economía a través de las exportaciones.
Para ello es imprescindible contar con políticas de intercambio comercial más acordes a las nuevas exigencias mundiales. El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), uno de los factores relevantes para incrementar las exportaciones mexicanas, todavía está por ratificar.
Además de incorporar mejoras en infraestructuras, capital humano y contar con capacidad de una oferta atractiva de cara a la inserción internacional.
En términos de alimentación, o suministro de materias primas, América Latina no solo participa en la producción del 11% de los alimentos en el mundo, sino que también posee el 24% de la tierra que puede llegar a ser cultivable, tal y como informa el el Banco Interamericano de Desarrollo y el Global Harvest Initiative. Por lo que en los próximos meses se tendrán que llevar a cabo políticas agrícolas acordes a las necesidades de los países para una explotación sostenible.
Todas estas reformas no harán sino atraer las inversiones extranjeras y la innovación a los países latinoamericanos, que contribuirá a la creación de empresas y el número de puestos de trabajo. Aumentando así el poder adquisitivo de las personas y fomentando el consumo interno.
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