24 de octubre del 2016.-
Notipascua.- Intercambio de insultos, escándalos sexuales y hasta un llamado a usar las armas contra un candidato presidencial han caracterizado esta campaña electoral en Estados Unidos entre la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, lo que la ubica como una de las más virulentas y vulgares de la historia de ese país.
“Se supone que en una campaña convencional resaltas las fortalezas, sobre todo aquellas de las que carece el oponente, pero siempre hablando de lo positivo. En cambio, en las campañas sucias el énfasis está en lo negativo del otro. Se deja de lado el tema de las fortalezas y se invierte gran cantidad de tiempo, dinero y creatividad en piezas exclusivas que solo destacan todo lo malo del principal contendor”, explicó Mariana Bacalao especialista en campañas electorales de la Universidad George Washington.
La investigadora Gloria Cano, profesora en Política Estadounidense de la Universidad Pompeu Fabra de España, agregó que las campañas negativas siempre van en detrimento del votante porque desvía la atención de los problemas reales para centrarse en la difamación, el ataque o el escándalo, lo que –en su opinión– desvirtúa la esencia de la política.
“Hay una cantidad de libros y textos que señalan que lo negativo hace ganar campañas, pero hay que ver ese tema con lupa. No siempre es así”, aclaró Bacalao. Destacó que dado el auge de las prácticas cuestionables en las campañas electorales, desde hace aproximadamente 15 años, este tipo de propaganda está regulada para que se mantenga dentro de ciertos valores.
Las disputas deshonestas, cargadas de ataques personales y descalificaciones, han sido parte de la tradición político-electoral estadounidense y pueden rastrearse desde los padres fundadores de ese país. “Coincido con el profesor John Cummins, que afirma en su libro Anything for a Vote: Dirty Tricks, Cheap Shots, and October Surprises (2008) después de una ardua investigación sobre las campañas presidenciales desde 1789 a2004, que las elecciones no son más sucias. De hecho, son tan sucias como lo han sido siempre”, indicó Cano.
La más peculiar. Con respecto a los comicios presidenciales del 8 de noviembre de este año, Bacalao no precisó si es la campaña más sucia que ha habido hasta ahora en Estados Unidos, pero sí piensa que será recordada como tal en la historia política de ese país.
Cano –en cambio– no cree que sea la campaña de Clinton y Trump sea la más negativa, pero sí la más peculiar, entre otras razones, porque “las maquinarias de los partidos, demócrata y republicano, han erosionado a sus propios aspirantes”.
“Hillary Clinton no era la candidata per se de los demócratas. El caso de los emails (negligencia en el manejo de información confidencial cuando era secretaria de Estado), su falta de programa y su escasa empatía hacía temer al partido una derrota abrumadora. Pero la prensa, en masa, ha decidido apoyarla incondicionalmente (…) Trump –por su parte– ha visto como su campaña ha sido dinamitada desde su inicio, por otros candidatos republicanos, como Ben Carson, Jeff Bush, Ted Cruz, etc”, destacó Cano.
“Percibo alguna similitud entre esta campaña y la librada por William Howard Taft y Theodore Roosevelt en 1912, cuando el Partido Republicano quedó totalmente fracturado. Trump ha abierto una brecha en la organización”, comparó Cano.
Fuente: ElNacional
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