Desde fotos, contraseñas, acceso a cuentas bancarias, cuentas de email personal o de trabajo hasta los perfiles en redes sociales, son solo algunos de los datos que guardan las distintas aplicaciones de nuestro terminal, haciendo que tengamos una total dependencia del teléfono, gracias a que también conseguimos resolver de forma rápida cuestiones y dudas sobre cualquier tema.

La principal ventaja que los usuarios encuentran en el uso del Smartphone es que puede utilizarse en cualquier momento y lugar, ya que estos permiten aprovechar los ratos muertos para contactar con amigos, consultar información, contestar emails o, simplemente, entretenerse.

Puede provocar estrés y ansiedad

No es un secreto que gracias al uso de los teléfonos inteligentes podemos solucionar muchos problemas, pero es importante mantener un cierto control sobre su uso, ya que puede llegar a generar una gran dependencia e, incluso, derivar en problemas a nivel emocional.

Y es que para muchas personas consultar constantemente el teléfono es realmente una necesidad que, a su vez, les produce una enorme ansiedad. Así, el teléfono móvil puede convertirse en una auténtica fuente de estrés.

El exceso de notificaciones, la permanente conexión, la falsa realidad que en muchas ocasiones percibimos a través de las redes sociales, así como la falta de concentración derivada de la procrastinación suponen un grave problema para nuestra salud mental al que hay prestar la atención que se merece. Así, un estudio reciente determinaba que el uso del Smartphone disminuye la capacidad cognitiva y, por ende, se reduce la concentración y de atención, además de afectar la memoria e incluso a nuestra inteligencia y capacidad de resolver problemas de forma efectiva.

Por este motivo, los expertos recomiendan establecer unos límites espacio temporales en el uso del teléfono móvil. Una de las maneras de empezar a hacerlo es establecer unos horarios en los que se deje espacio a otro tipo de ocio, o limitar también su uso en el trabajo para así aumentar la concentración y evitar distracciones.

Por otra parte, en los últimos años han aparecido algunas aplicaciones mediante las que es posible medir la cantidad de veces que se consulta teléfono móvil. Estas registran cada vez que se consulta o el tiempo que pasamos mirándolo, de forma que al final del día puede verse cuántas veces se ha utilizado.

Los resultados pueden llegar a ser realmente sorprendentes. En la mayoría de los casos, las personas consultan su dispositivo en más de un centenar de ocasiones a lo largo del día. Conocer esto y verlo con nuestros propios ojos puede ser un primer paso para ayudarnos a controlar el tiempo que se pasa utilizándolo y reducir su uso.

Otra de las vías que los expertos recomiendan para evitar el uso excesivo del teléfono móvil es apartarlo de nuestra vista, ya que está demostrado que el simple hecho de tenerlo en nuestro campo de visión produce estrés, dificulta la concentración y genera una incipiente necesidad de consultarlo.