A raíz de la pandemia empresas y corporaciones se reinventan, surgen nuevos modelos de negocios y hasta personajes en los pueblos. Alexander Ponciano Orjuela ya recorre las calles con su bicitaxi, en las redes sociales unos cuantos lo comentan, y seguramente en el futuro, los cronistas locales hablarán de él como un personaje de la ciudad.
Franklin Rodríguez. CNP 17620
Desde hace varias semanas, un singular vehículo de transporte que no requiere de gasolina, dissel, gas ni electricidad, recorre las calles y avenidas de Valle de La Pascua.
Se trata del bicitaxi creado por Alexander Ponciano Orjuela, un vehículo de tracción a sangre que consiste en una carreta acoplada a una bicicleta que al ser pedaleada por su conductor, hace que esta unidad se desplace por las calles y avenidas transportando pasajeros y también mercancía, ya que el delivery o reparto a domicilio, es otro de los servicios que ofrece su inventor.
Alexander cuenta que antes de comenzar la pandemia ocasionada por el Corona Virus, se dedicaba a vender catalinas rellenas con dulce de lechosa por las calles de Valle de La Pascua. “Me iba muy bien, porque vendía hasta cien catalinas en un día”.
Todo iba bien, recalca Alexander, pero con la llegada del virus y la cuarentena, la situación cambio. “Ya casi nadie compraba las catalinas y la cosa comenzó a ponerse dura”.
El negocio de Alexander se fue a pique y el problema relacionado con los ingresos familiares no era el único. El y su esposa con una niña de apenas ocho meses viven en el caserío El Corozo a tres kilómetros del perímetro urbano, trayecto que debían recorrer caminando. “Eran muchos problemas para llegar hasta el centro de Valle de La Pascua, porque el tiempo pasaba en esperar una cola y tener que caminar largos trayectos”.
Entonces se vino la idea y comencé a buscar por Internet, a revisar las redes sociales, mi mamá también me mandó de Argentina el diseño de un bicitaxi de allá. Después empecé a modificar, hasta que terminé de construir el bicitaxi, relató.
Ahora el bicitaxi se ve por las calles transportando pasajeros que solicitan el servicio. También puede transportar hasta 200 kilos de mercancía, porque el Delivery o reparto a domicilio, es uno de los propósitos de este invento que además le sirve de vehículo familiar.
Alexander no es en tiempos de pandemia, el único que ha tenido que reinventarse para no sucumbir en medio de la crísis. Grandes corporaciones, empresas y hasta restaurantes y prestadores de diferentes servicios están implementando nuevos modelos de negocios.
Alexander considera su creación una bendición, porque le permite ganar el sustento familiar dignamente y hasta le brinda un beneficio para la salud.
Sus clientes le felicitan y bendicen, mientras algunos hacen sus comentarios en las redes sociales. En el futuro, seguramente los cronistas hablarán de Alexander, este personaje que a pesar de haber nacido en Caracas, hijo de padre dominicano y madre apureña, de la población de Guasdualito, se siente vallepascuense.
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