21 de Marzo del 2016.-
Caracas||Notipascua.- Diez hombres perdieron la vida en una masacre ocurrida en la calle 19 de Abril del sector Cerro Grande de la parroquia El Valle, donde se enfrentaron integrantes de las bandas de «Cabeza de Bruja», «El Loco Leo», «Lucifer» con la de «Franklin El Menor».
De acuerdo a reportes policiales los hechos se iniciaron aproximadamente a las nueve de la noche y se extendieron hasta horas de la madrugada, tiempo en el que unos 150 sujetos de las tres organizaciones delictivas tomaron el control del barrio y atacaron a los integrantes de la banda de Franklin El Menor para tomar el control del tráfico de drogas en el sector.
De acuerdo a algunos reportes los sujetos llegaron por las distintas escaleras que conectan las barriadas de El Valle y se encontraban fuertemente armados portaban fusiles R15, armas de alto calibre, pistolas nueve milímetros y granadas.
En el primer ataque cayeron muertos dos sujetos, quienes luego fueron arrastrados hasta la avenida intercomunal de El Valle, donde les prendieron fuego, posteriormente se produjo otro enfrentamiento, en la parte alta de la calle 19 de Abril, donde tres jóvenes resultaron asesinados, entre ellos José García de 19 años de edad y un adolescente de 17 y finalmente en una de las escaleras de la barriada fue asesinado otro hombre, a este último le cortaron ambas manos.
Finalmente Franklin El Menor y tres de sus lugartenientes se enconcharon en una de las viviendas ubicadas en la parte alta de la barriada y allí se produjo un intercambio de disparos que culminó cuando se produjo el estallido de un artefacto explosivo, presumiblemente una granada, en este ataque murieron cuatro personas.
La barriada fue tomada por comisiones de la Policia Nacional Bolivariana, divisiones del Cicpc y de la Guardia Nacional Bolivariana.
Una noche de terror
Los vecinos del barrio visiblemente aterrorizados, tras una noche de tiro, fuego, asesinatos, limpiaban y trataban de recuperarse de la tragedia ocurrida horas atrás. Un río de sangre seca se observaba en el medio de la calle prinicipal del barrio, con las paredes que mostraban signos de la batalla que se libró la víspera, restos humanos, sangre en paredes y en los carros parados. Los huecos de los impactos de bala en las rejas, aceras y carros evidenciaban la ferocidad del enfrentamiento.
Los habitantes del sector al ser consultados sobre los hechos ocurridos no respondieron las preguntas de la prensa, todos coincidían en señalar que temían por su integridad física, ni un solo niño se veía en las calles y desde las ventanas tímidamente se asomaban algunos vecinos.
Quienes se atrevieron a hablar, no eran residentes de la comunidad afectada por la batalla entre bandas, quienes más que conocer lo que ocurrió en la víspera simplemente inventaban historias.
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