Las casas de cambio podrán transar divisas luego de 15 años de prohibiciones, todo para así atraer capitales y frenar un poco la inflación. Esta medida fue tomada por la Asamblea Nacional Constituyente por orden del presidente Nicolás Maduro
El Gobierno Nacional comandado por Nicolás Maduro junto con la Asamblea Nacional Constituyente derogaron la ley que castigaba con multas y penas de hasta 15 años de cárcel a quienes realizaran operaciones al margen de un control cambiario.
En este sentido el vicepresidente de economía, Tareck El Aissami manifestó que los actores económicos podían dirigirse a las casas de cambio que serán autorizadas por el Ejecutivo para así poder hacer cualquier operación de manera legal y segura.
Y es que según el decreto, el gobierno socialista, enfrentado a cuatro años de recesión, busca otorgar «las más amplias garantías» para integrarse al «modelo de desarrollo socioeconómico y productivo del país».
La medida que fue impuesta en 2003, en el que el control de cambios dio al Estado el monopolio de las divisas y la potestad de fijar la tasa, pero la falta de liquidez disparó un mercado negro donde las cotizaciones multiplican por 30 la oficial.
Una medida con un alcance limitado
Posterior al anuncio analistas sostienen que ese diferencial potencia la corrupción y genera presiones inflacionarias, pues la mayor parte de las importaciones privadas se realizan con dólares del mercado paralelo.
Puesto que el FMI proyecta para 2018 una caída del PIB de 18% y una inflación de 1.000.000%, disparada que obligó al gobierno a eliminar cinco ceros a la moneda local, el bolívar, a partir del próximo 20 de agosto.
Sin embargo, el objetivo es «devolverle a la clase trabajadora su poder adquisitivo» y quebrar los «marcadores paralelos que pretenden desestabilizar nuestro sistema financiero», afirmó El Aissami.
La reforma también pretende incentivar la inversión extranjera, al permitir que empresas «puedan repatriar sus capitales», había dicho el ministro en días pasados. Si bien esta semana admitió el «fracaso» de su modelo de producción, Maduro atribuye el alto costo de vida a una «guerra económica» de la oposición y Estados Unidos, que le impuso sanciones financieras.
Aunque la medida no precisa cómo se fijará la tasa en las casas de cambio ni qué pasará con la oficial, en la práctica intrascendente ante la baja asignación de divisas por parte del Estado, lo que da primacía al mercado negro.
Pese a ello, «es una buena noticia, especialmente si permite que lo que los privados han venido haciendo, trabajar con sus dólares, no sea penalizado», indicó el director de la consultora Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.
Sin mayores detalles, El Aissami adelantó que el nuevo esquema será alimentado por los particulares, pues los recursos del Estado serán destinados a la inversión social.
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