La tendencia por la que Custo apostó fue el brillo, cosa que hace desde hace un par de temporadas, puesto que «el mercado lo acepta ya no solo como un lenguaje de noche, también para el día«. Así fue como sobre la pasarela se vieron prendas que buscaban exponer la la figura femenina a base de destellos, con materiales como el acetato, los laminados metálicos, las lentejuelas holográficas y los apliques acabados en plata, oro y cobre.

 Ante esto el diseñador señaló que las prendas están elaboradas con «tejidos muy tecnológicos con tratamientos artesanales» y recalcó la importancia de verlas de cerca, «porque tienen mucho trabajo y mucho detalle». En la pasarela destacó un mini vestido dorado de profundo escote en uve con flecos que se movían a cada paso de la modelo, complementado con bolsillos a la cadera, en azul metalizado, y cola posterior.

Formato Maxi también estuvo presente

Los vestidos, que combinaban diferentes estampados, aberturas estratégicas y «patchwork«, estuvieron también presentes en formato «maxi«, con mayores volúmenes, formas rectas y largos por debajo de la rodilla, pero sin dejar de llevar la experimentación por bandera.

«Tratamos de desmarcarnos de todo lo que hay en el mercado, no seguimos las tendencias e intentamos crear colecciones de piezas inclasificables donde el motor sea la creatividad», destacó el diseñador catalán.

Además de los vestidos, predominaron los «bodies«, varios de ellos con entramados de tiras para cubrir lo justo y entre los que destacó uno negro, de talle alto y con la imagen de un búho en el centro del torso, entre lentejuelas y flecos, que representaba el «lado más nocturno» de Custo.

Las modelos, con maquillaje natural y el cabello suelto y ondulado, calzaban altas sandalias de tacón en acabados metalizados o botines, y algunas de ellas llevaban propuestas para las jornadas más frescas, como macro abrigos holgados y de estilo deportivo.

En el desfile, que se celebró en los estudios Pier 59, Custo desplegó por completo la colección de la que ya dio un anticipo en la Mercedes Benz Madrid Fashion Week, que se adelantó a la cita neoyorquina por primera vez y tuvo lugar el pasado mes de julio.

Después de 22 años acudiendo a la Semana de la Moda de la Gran Manzana, Custo Barcelona es la única marca española en el calendario oficial y, ante su desfile número 44, reconoció: «Empezamos solos, no había nadie más del país, y nos hemos quedado solos».