El problema de las aguas cloacales no se soluciona con sustituir algunos tramos de tubos. El colector sur y el norte están colapsados y esa es la raíz del problema,
Franklin Rodriguez CNP 17620. @franklinrodriguezvdlp
En Valle de La Pascua existen cerca de doscientas tuberías de las redes cloacales colapsadas que vierten sus aguas putrefactas a la vía pública originando problemas ambientales y con amenazas latentes para la salud de los habitantes de todos los sectores de la localidad, incluidos espacios como la avenida Rómulo Gallegos, actualmente bañada en casi toda su longitud por los desechos que salen a través de las bocas de visita.
Este problema no se soluciona con la sustitución de algunos tramos de veinte o treinta metros de tuberías como hacen en algunos casos los responsables de la Alcaldía del municipio Leonardo Infante, colocando pañitos calientes sin atacar el problema principal que lleva a esta situación, según lo dio a conocer el ingeniero Richard Oropeza, quien aseguró que los colectores principales están colapsados.
Oropeza recordó que Valle de La Pascua cuenta con dos recolectores de las aguas servidas, el norte y el sur, ambos colapsados, y es por esa razón que podrán sustituir todas las tuberías que atraviesa la ciudad, sin embargo, no van a resolver el problema. Ahí está la raíz del problema y debe ser atacado, enfatizó.
A su juicio, aquí hay muchos problemas que están desencadenando en otras situaciones que conducen a disminuir la calidad de vida de la población, entre los que destaca la falta de gas en las comunidades, lo cual obliga a muchas familias a usar fogones a leña, lo que a su vez genera entre otras cosas, amenaza para la salud, por la cantidad de humo que provoca la madera utilizada.
Es igual a la falta de agua a través de las tuberías del acueducto que obliga a la gente a realizar largos peregrinajes empujando carretas con recipientes para buscarla en pozos y lagunas en las áreas periféricas y usarla para el consumo, lo que puede provocar enfermedades por no ser aptas para ello.
También se refirió a la falta de gasolina que mantiene a los conductores en largas colas por tiempo prolongado y agrava la situación del transporte público, la parálisis del relleno sanitario y la disposición de la basura en un vertedero a cielo abierto en las vías por donde pasaría el ferrocarril, mientras el servicio eléctrico funciona de manera intermitente, con cortes a cualquier hora y con duración indefinida, lo que ha llevado a Valle de La Pascua a un retroceso, donde dejó de ser la población en transición hacia ciudad, para convertirse en el conglomerado humano que es hoy en día.
Todos estos problemas requieren ser atendidos y resueltos para que las cosas funcionen como debe ser y poder devolver a la gente la calidad de vida requerida, finalizó Richard Oropeza.
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