Barcelona le da nueva vida a su viejo “Rompeolas”
Un lugar tan emblemático no podía quedar en el olvido. “El Rompeolas” marcó en la hermosa Barcelona, todas las vidas de sus habitantes. Desde sus inicios, en 1873 se convirtió en un lugar de encuentros para toda la ciudad. De esta manera, las actividades iniciaban y finalizaban en ese lugar. Un lugar de pesca, donde comer mejillones y sardinas, solo meditar, para conversar, caminar, … esa era Barcelona.
Nueva vida para el Rompeolas
El Rompeolas desde su construcción y respectiva inauguración se convirtió en el centro de actividades de la ciudad. Comer mejillones y sardinas en el rudimentario restaurante Porta Coeli,; eran las escenas más cool del momento. Para su culminación en 1904, el rompeolas, cumplía la misión de abrigar las embarcaciones que descansaban en el puerto. Con el paso del tiempo, su presencia en Barcelona se fue refinando hasta que se convirtió en un obligado de caminantes.
Ya por los años 20, el restaurante evolucionó y se rebautizó como Puerta Coeli, todos llegaban allí, pescadores, enamorados y turistas. Su fama se difundió y los días de descanso eran solo para ir a comer mejillones a la marinera. En sus transformaciones el rompeolas permitió el paso de carros livianos, aumentando así su popularidad.
Fuente de inspiración
Artistas como Loquillo, inspiró su tema Rompeolas en su paseo. Definitivamente era el lugar más ideal para pasar momento de tranquilidad y bullicio simultáneamente. Fue hasta el vuelco de los Olímpicos del 92, que su popularidad decayó. La ciudad se transforma y le dieron vida a otra fachada marítima al crear el Puerto Olímpico y el Maremágnum situado al norte del Port Vell. De esta manera pasó el Rompeolas a otro plano, fue casi olvidado, que hasta el vandalismo pasó por sus lares.
Ya en el 2000, el Porta Coeli cerró sus puertas y el edificio derrumbado. El espigón desapareció totalmente y reiniciaron la construcción del puente Europa cuya finalidad era la de recibir y proteger las embarcaciones que llegaban al muelle.
Un lugar en la historia de Barcelona
La historia es fiel testigo de como lo bueno se repite, por lo que luego de 18 años, Barcelona vuelve a estrenar un espigón de más de 400 metros de largo en una primera fase, con la finalidad de darle un estirón a la ciudad. Luego vendrá una segunda etapa donde se pretende la construcción de edificios, hasta un lugar de enseñanza para navegantes. Además de una sucursal del museo Hermitage con la autoria del japonés Toyo Ito; por supuesto, será la forma más original de traer los recuerdos del Rompeolas a la vista de los viejos Barceloneses.
Luego de estas remodelaciones, el Rompeolas se convierte en un paseo ancho, un hermosos lugar para la inspiración y la recreación, cinco kilómetros de mar, olas y vientos marinos. Es así como convergen corredores, paseadores y pescadores para disfrutar de un día diferente. Un mirador con espacios para sentarse y ver como cada día se transforma según la influencia de los elementos del clima.
Aunque el aspecto del Rompeolas ha sido completamente modificado; en realidad, no tiene nada que ver con su aspecto original, la experiencia es única.
El Rompeolas actual
Actualmente, los vehículos no tienen acceso al paseo boulevard; también es difícil que una ola te bañe mientras vas caminando; pero si puedes deleitarte con lo que ofrecen sus restaurantes en cuanto a productos del mar. Así es como el lugar se descubre solito y retoma, poco a poco, su afamada publicidad. Descubre sus secretos en un tour privado, cómodo y no pases por alto ninguno de sus rincones.
La voluntad de las empresas públicas y privadas han puesto su empeño en que Barcelona en hermosos proyectos. De esta manera, la ciudad ha ganado casi 36.000 metros cuadrados de espacios sobre el mar. Es así como estos espacios públicos representan una verdadera joya que llena de riqueza portuaria a la hermosa Barcelona. De esta manera, la presidenta de todos estos proyectos, Merce Conesa, deja en claro que la actualización de los rompeolas convierte al puerto en el constructor de la ciudad, de espacios cívicos y de convivencia.
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