Marielis Roldán propicia atención y amor fraterno a la infancia abandonada en Valle de la Pascua
Freddy Arveláez Gámez
Valle de la Pascua.- Confieso que durante el desarrollo de la actividad me sentí impresionado y la vez corresponsable de las causas originarias de la problemática, pero lo cierto del caso es que aunque no contamos con una estadística oficial ni extraoficial, es una realidad palpable el incremento de las cifras de menores que prácticamente han abandonado sus hogares en Venezuela. Por diversa razones que no trataremos al momento, nuestra Valle de la Pascua no escapa a la cruda realidad ante una oleada de niños en situación de calle, con los cuales nos cruzamos a diario en cualquier esquina o espacio público de la capital del municipio Infante.
Todo ello viene a colación por cuanto a propósito de la celebración del Día del Niño, conocí a una muchacha vallepascuense, abogada de profesión y comerciante en el ramo de insumos agropecuarios que lleva por nombre Marielis Roldán, la cual desde hace un año viene atendiendo, apoyando, coadyuvando en la formación, inculcando valores y sobre todo brindando comida, cariño y amor fraterno a un considerable número de pequeños vulnerables que deambulan por estas calles.
Resulta que con el aporte y espaldarazo de otros comerciantes de la localidad, algunos productores agropecuarios en especial de Zaraza, el comandante del Destacamento, efectivos del Conas y Guardia Nacional Bolivariana, el capitán del Cuerpo de Bomberos de Infante y amigos que se involucraron en tan ejemplar tarea, ahora Marielis propició una inusual actividad con el protagonismo de unos 45 niños en una atractiva locación de mi ciudad.
En primer lugar el grupo de varones y hembras en edades de 5 a 14 años en ceremonial y disciplinada ubicación fue objeto de premios, obsequios en calzados, franelas sport, útiles escolares y otros artículos variados que le servirán de provecho cotidiano. Acto seguido todos disfrutaron de una piscinada amenizada con adecuada música, suculento almuerzo y cena con sopa, parrilla llanera, tortas, refrescos y gustosos heladitos artesanales, junto al intercambio y cariño solidario brindado por las personas presentes en tan hermosa ocasión.
Juntos podemos ayudar.
Es indescriptible la energía y positivismo que irradia Marielis Roldán al emprender esta labor en pro de los infantes y preadolescentes de Valle de la Pascua, quienes eventualmente viven abandonados por sus familias al margen de la sociedad, sin comida, sin estudios, sin deportes, sin conocimiento de sus Derechos Fundamentales y en situación de calle. Por supuesto que tal gesta requiere el apoyo de los mismos integrantes de la comunidad, de personal especializado en psicopedagogía, salud, educación y de autoridades competentes, tal cual lo establece la vigente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Juntos lo podemos intentar.
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