Por arrancarle los ojos a su ex esposa, lo condenan a 26 años de prisión
Por arrancarle los ojos a su ex esposa, lo condenan a 26 años de prisión. Los tribunales chilenos aplican las máximas penas a Mauricio Ortega por feminicidio frustrado, lesiones gravísimas y violación de morada
Chile// Notipascua.-Por arrancarle los ojos a su ex esposa, lo condenan a 26 años de prisión. Finalmente los tribunales chilenos han dado a conocer esta tarde la condena contra Mauricio Ortega, el único culpable de haberle sacado los ojos a su pareja, Nabila Rifo: más de 26 años de cárcel por los delitos de feminicidio frustrado y lesiones gravísimas, cometidos la madrugada del 14 de mayo de 2016 en la ciudad de Coyhaique.
Por el delito de feminicidio frustrado se le aplicó una pena de 12 años y 180 días. Por arrancarle los ojos, tipificado en el Código Penal como lesiones gravísimas, el tribunal lo castigó también con 12 años y 180 días. Adicionalmente, Ortega deberá pasar otros 541 días de cárcel por el delito de violación de morada, ocurrido el 5 de junio de 2015, cuando con un hacha rompió la puerta de la vivienda que la pareja compartía junto a dos pequeños hijos en común y otros que Nabila había tenido con anterioridad.
La víctima, de 29 años, quedó totalmente ciega tras el brutal ataque del 14 de mayo pasado y debe ocupar prótesis oculares. «Quiero la mayor pena para él, porque lo que me hizo no tiene perdón», señaló la mujer, poco antes de conocer los detalles de la condena.
Así sucedió todo
Según quedó demostrado durante los 23 días de juicio, la pareja cenaba en su vivienda en compañía de amigos y esa noche todos tomaron alcohol. Nabila y Ortega, que trabajaba arreglando coches, comenzaron a discutir por dinero y porque la mujer insultó a uno de los invitados. De acuerdo al relato de Rifo, «él empezó a golpear la lavadora, la puerta», aunque en la vivienda estaban los cuatro hijos de la víctima. El hombre la insultó, le dio un palmetazo y un golpe de puño y Nabila, aprovechando que su agresor estaba borracho, salió a la calle en dirección a la casa de su madre. «Lo esperé un poco porque me dijo ‘no peleemos’. Le dije ‘Mauro, te juro que mañana yo me voy, ya no vivo más contigo». La mujer se dio vuelta para seguir su camino, pero Ortega la golpeó por primera vez en la cabeza con una roca. Fueron, en total, tres golpes fuertes: «Me hice la muerta para que no me siguiera pegando», indicó Nabila el pasado 23 de marzo antes los jueces.
«Cuando desperté no me dijeron mucho. Los ojos los tenía vendados. Un día le dije a la enfermera, por qué no prendía la luz. Me dijo que había tenido un accidente. Y yo le dije ‘¿Y voy a volver a ver?’ y me dijo ‘No, pero te vamos a poner prótesis’. ‘¿Y con prótesis volveré a ver?’, le pregunté. Y me dijo que no…Para mí era un infierno lo que estaba pasando».
Fueron 48 días en cuidados intensivos de la Posta Central de la capital chilena.
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