Las detonaciones y ráfagas comenzaron después del cañonazo
Sandra Alfaro, secretaria general de Acción Democrática (AD) en el estado Monagas, denunció este sábado 1° de enero enfrentamientos armados entre bandas criminales en el municipio Sotillo. Presuntamente se disputaban el tráfico de gasolina, minería y drogas en esa entidad, cuya posición geográfica favorece a grupos paramilitares en Bolívar.
Según relató Alfaro en un hilo de tuits, las detonaciones y ráfagas comenzaron después del cañonazo, a las 3:00 a. m., cuyos enfrentamientos ocurrieron en una fiesta con miniteca en frente de la estación de servicio El Águila. «Allí se dieron cita una gran cantidad de barranqueños, quienes salieron en estampida cuando comenzó el tiroteo intentando escudarse de las balas en las casas vecinas», detalló.
Las detonaciones y ráfagas serían de armas de alto calibre, de acuerdo a información a la que tuvo acceso Alfaro.
En conversación telefónica con El Cooperante, Alfaro alertó que pudiera tratarse de un enfrentamiento entre grupos paramilitares y bandas hamponiles, ya que el conflicto se extendió durante 10 horas consecutivas.
«Pareciera que se pudiera tratar de una organización paramilitar porque fueron más de 5 horas que aterrorizaron a esa gente. La gente está en toque de queda. No sale de su casa todavía. Hoy todavía se oyen detonaciones, muy separadas en el tiempo, pero se siguen escuchando», dijo.
Pese a que el enfrentamiento armado comenzó a tempranas horas de la madrugada del 1 de enero, no fue sino hasta las 4:00 p. m. del sábado que acudieron los efectivos de seguridad para «resguardar» los sectores afectados como Negro primero, San Luis con Av, Romulo Betancourt, San Rafael, Los algarrobo, Alí primera y las adyacencias de La Florida (Casa de Acción Democrática).
Luego de 24 horas de terror y masacre en Sotillo, funcionarios policiales se mantienen desplegados con redadas y evitando que civiles salgan de sus hogares.
Según información oficial compartida por la periodista Pableysa Ostos, hasta el momento se contabilizan siete personas fallecidas, de las cuales solo ha sido identificadas dos: Avile Mosqueda Wilfredo José, de 28 años de edad; y Jesús Enrique Guzmán Abreu, de 27 años de edad.
Los occisos y lesionados se encontraban en la vía pública, cuando fueron abordados de manera simultánea por varios sujetos desconocidos que portaban armas de fuego de alto calibre, quienes sin mediar palabras comenzaron a disparar. Es en ese momento que comienza el enfrentamiento entre grupos sin identificar y el Sindicato de Barrancas del Orinoco.
En redes sociales se han viralizado varias imágenes dantescas de muertos y heridos que dejó el enfrentamiento. Medios locales aseguran que la disputa fue por el control de la minería ilegal, gasolina y narcotráfico.
Por su parte Rocío San Miguel, defensora de los Derechos Humanos, subrayó que Barrancas del Orinoco está ubicado en la frontera entre Monagas y Bolívar, donde «la FANB entregó el control de las armas al crimen organizado», dijo, refiriéndose a los grupos paramilitares que lideran la entidad.
Con información de El Cooperante
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