Los abuelitos apenas sobreviven sin ningún tipo de atención por parte de familiares ni de la Gobernación del Guárico.
Freddy Arveláez Gámez
A la deriva, sin suministro de comida, atención médica, medicinas, agua potable, ni servicios esenciales, apenas alcanzan a sobrevivir los veinte abuelitos que residen en el Geriátrico Alejandro Rodríguez Guzmán de Valle de la Pascua, estado Guárico. Entre tanto, familiares, representantes del ejecutivo regional, Alcaldía de Infante y gobierno nacional, mantienen absoluta indiferencia ante las calamidades que diariamente soportan los residentes y trabajadores del albergue que hace una década fue considerado referente de buen funcionamiento y servicio en el centro del país.
En la instalación misma contactamos a los inquilinos de este centro de asistencia social en el que algunos de los adultos mayores aportaron datos sobre la grave situación que según ellos vienen confrontando. Informaron que apenas subsisten gracias a las donaciones de algunas instituciones, comercios y personas que de manera caritativa suministran alimentos y otros enseres a la institución.
El olvido de la Gobernación
¨Aquí las necesidades son muchas señor periodista, desde el mes de enero la gobernación del Guárico no envía aprovisionamiento de comida y a partir de Semana Santa no proporcionan el agua vital para los diversos servicios requeridos, nuestros familiares nos dejan aquí como si fuésemos un objeto del cual se desprenden y nunca vuelven¨, relató Nohemí Zamora, quien a sus 84 años es la persona con más tiempo en esa adecuada infraestructura que fue inaugurada en el año 2006 y actualmente adolece de atención.
Flor María Rueda, con 80 años de edad y procedente de San Juan de los Morros, dijo con mucha tristeza que llevan varios días comiendo frijol con arroz sin más nada a pesar de necesitar el cumplimiento con las dietas nutritivas, tampoco tiene medicamento para controlar el dolor de cabeza que viene padeciendo.
Aún se considera productivo
En el abandono casi absoluto se encuentra Julio Martínez de 54 años, procedente de la capital de la república quien dijo ser especialista en la fabricación de zapatos, declara que por no poder caminar fue abandonado por sus familiares en este recinto. «yo me siento productivo aún, por este medio hago un llamado al gobernador José Vásquez, para que me ayude solamente con el pasaje y una muleta para regresar a mi casa… quiero irme de este lugar para trabajar y morir en Caracas¨, exclamó Julio Martínez.
Gonzalo Abreu, recuerda que fue docente de comunicación social en las universidades Central de Venezuela y Simón Rodríguez, entre los años 60 y 70, él también se cuenta entre la población asistida en el geriátrico de Valle de la Pascua.
Sus compañeros dicen que siempre está concentrado en la lectura diaria de textos culturales y marxistas, al abordarlo confesó que lleva una vida tranquila gracias al personal a cargo del lugar el cual ejecuta una labor extraordinaria a pesar de no contar con los recursos y dotación necesaria debido a la actual crisis que confronta la nación, «pero alguna solución debe aplicarse a la brevedad». El profesor tiene una prótesis en el pie izquierdo que presenta un cuadro infeccioso de gravedad por lo tanto requiere aplicación de antibióticos pañales desechables y comida con los que no se cuenta, los familiares tienen más de cuatro meses que no lo visitan.
Los abandonan frente a la puerta
Entre otras consideraciones conocimos que algunos de los residentes provienen de lugares lejanos y son abandonados en la puerta principal del geriátrico por familiares que se marchan sin más detalles, también nos enteramos que uno de los residentes viene de purgar condena en la PGV y de manera frecuente amenaza al resto de la población. En el lugar no cuentan con personal médico de guardia, ni enfermera, los trabajadores del geriátrico solo cumplen una labor de caridad, no hay dotación de materiales de limpieza, jabón, guantes para el aseo de los abuelitos y lavado de la ropa facilitando la aparición de focos de contaminación.
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