La madre no pudo asistir al funeral, porque fue detenida y trasladada a una Comisaría
El pasado viernes, se realizaron los actos fúnebres del bebé venezolano Yaelvis Santoyo Sarabia, quien fue asesinado a tiros mientras estaba a bordo de un barco que ingresó a las aguas de Trinidad y Tobago el pasado 5 de febrero, en la Iglesia del Nazareno en Robinson Street.
Su padre, Yermis Santoyo, con las manos sobre el corazón, se debilitó al mirar a su hijo de un año en un ataúd blanco con globos adheridos.
Cuando perdió las fuerzas, los familiares cercanos lo sujetaron antes de traerle una silla para que se sentara, desde la cual lloró, roto, reseña Alnavío
La madre fue detenida
Su madre, Dairelvis Sarabia, quien también resultó herida de bala en el incidente y estaba internada en el Hospital Sangre Grande, no pudo asistir al funeral, porque fue detenida en la Comisaría de Sangre Grande.
Sarabia fue trasladada sorpresivamente y aún convaleciente por los tiros que recibió, a una estación de policías para rendir declaraciones.
La mujer, herida en un brazo por los disparos de los guardacostas, había sido dada de alta al mediodía del viernes y fue detenida por la policía mientras se realizaban los actos fúnebres de su hijo. Sin embargo, sufrió una recaída y tuvo que ser nuevamente llevada al centro médico.
La detención se da en simultáneo con los actos fúnebres de su hijo, denunció su pareja Yermi Santoyo.
“Me encuentro un poco desesperado y preocupado porque estoy pasando por un dolor tan grande, resulta ser que mi esposa me llama al mimo momento de estar enterrando a mi hijo, de que le dan de alta y entonces fue detenida por la policía de Trinidad”, denunció.
“Aún no nos dan razón si es que la están investigando o si la tienen presa. Para mí todo eso fue cuadrado, porque estoy en el funeral de mi hijo, apenas lo voy a enterrar y me llama ella de que la van a dar de alta”, remató.
Con información de Alnavío
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