Es un síndrome derivado del estrés crónico en el lugar de trabajo
La Organización Mundial de la Salud especificó que el “burnout” es derivado del estrés crónico que no fue gestionado con éxito en el lugar de trabajo
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció el “burnout” como un síndrome asociado al agotamiento mental, emocional y físico causado por el trabajo.
El término “burnout” (“quemarse” o agotamiento laboral) fue incluido en la Clasificación Internacional de Enfermedades. Lo que permitirá que médicos y centros de salud traten los síntomas a partir del próximo año.
La OMS especificó que el “burnout” no es una “condición médica”, y lo define como un “síndrome derivado del estrés crónico en el lugar de trabajo que no fue gestionado con éxito”.
Para identificar este síndrome, la OMS dijo que hay tres características, entre ellas el sentido de agotamiento o debilidad; aumento en el aislamiento en lo laboral, sentimientos negativos relativos al trabajo y una baja en la efectividad profesional.
La organización recalcó que el “burnout” se refiere en concreto a los fenómenos en el contexto laboral y no se debe aplicar para describir otras experiencias de la vida.
Origen
El término «burnout» fue descrito por primera vez en 1974 por el psicoanalista Herbert Freudenberger. Su descripción fue la siguiente: Una sensación de fracaso y una experiencia agotadora que resulta de una sobrecarga por exigencias de energía, recursos personales o fuerza espiritual del trabajador.
La psicóloga y consultora organizacional, Karly León, precisa que este síndrome se caracteriza por un estado de agotamiento físico, emocional y mental que está vinculado con el ámbito laboral y el estilo de vida del empleado. Además, comenta que sus causas pueden estar relacionadas con la alta carga de trabajo, el desequilibrio entre la vida laboral, social y familiar, entre otros factores.
La especialista en consultoría psicolaboral menciona algunos de los síntomas que presentan las personas ante esta patología. Destaca el sentimiento de agotamiento, bajo rendimiento, apatía, ansiedad, comunicación deficiente, entre otros.
“A medida que avanza el síndrome de burnout, el trabajador puede tener dificultades para resolver problemas, realizar tareas que antes le resultaban sencillas. La frustración comenzará a estar presente de manera constante y los síntomas podrán evolucionar a estados más graves”, puntualizó.
León afirma que, en algunos casos, las personas pueden llegar a ausentarse, abusar de psicofármacos, alcohol, drogas ilícitas, también tener síntomas depresivos, psicosis e incluso tener ideas de suicidio.
Situación país
Karly León dice que el venezolano hoy día se ha visto inmerso en una situación difícil, puesto que vive una realidad social, económica y política compleja. Refiere el estrés que vive como ciudadano, sumado a la dinámica diaria que debe enfrentar en sus labores, lo cual es un escenario que propicia la aparición del síndrome de burnout.
“Muchas organizaciones han enfocado sus esfuerzos en contar con espacios de dispersión que garantizan un bienestar social a sus equipos de trabajo. Hoy en día son más las empresas que colocan foco a la alimentación, recreación, flexibilización de las jornadas, vinculación trabajo-familia e incluso la incorporación de orientaciones psicológicas”, argumentó.
La consultora organizacional agrega que el bienestar psicolaboral afecta directamente sobre la retención y productividad del talento humano.
Recomendaciones
La psicóloga asegura que el clima organizacional es un factor influyente que puede jugar a favor o en contra respecto a la propensión de padecer el síndrome de burnout.
De esta forma, recomienda a las empresas “brindar oportunidades a sus empleados para crecer, colocar metas motivantes que reten laboralmente el potencial de su equipo, ofrecer un salario ajustado a su responsabilidad con bonificaciones atadas al rendimiento y suministrar las condiciones más óptimas posibles que humanicen el espacio laboral”.
Por 2001
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