Mantienen esperanzas con la nueva Unidad de Diálisis del Hospital Rafael Zamora Arévalo
Freddy Arveláez Gámez.-
Esperanzada y confiada en Dios Todopoderoso para que haga el milagro de sanarla se mantiene Niorka Vásquez, la cantante criolla, docente y valiente mujer que junto a otro grupo de ciudadanos guariqueños lucha por su vida como paciente renal del hospital Dr. Rafael Zamora Arévalo de Valle de la Pascua.
Al parecer es mucho el pedimento de este grupo de venezolanos, que solo exigen la inmediata puesta en funcionamiento de la nueva Unidad de Diálisis en Valle de la Pascua, por cuanto de manera abrupta disminuye su calidad de vida y les acecha la muerte, ante los contínuos y traumáticos viajes que deben emprender de forma inter diaria para recibir tratamiento incompleto en el hospital Francisco Urdaneta de Calabozo.
En el fragor de la lucha contínua se han rendido, entre otros, Daniel Manrique, Narciso, Andrés Páez, Rosángela y ahora Cipriano Ortega, de 67 años, luchador social del caserío El Paramo, adyacente al municipio Leonardo Infante, quien falleciera el jueves 20 de junio, presuntamente por falta de aplicación de la hemodiálisis; «desde hace unas semanas no recibía el tratamiento, debido a que cada vez que retornaba de la ciudad de Calabozo llegaba más débil por lo traumático del viaje», según el relato que hiciera un amigo de Cipriano Ortega al reportero de Notipascua.com.
La verdad verdadera.
Distintas historias y un mismo escenario de encuentro para los 40 ciudadanos que han apreciado, si se puede señalar así, como sus anhelos se ven truncados ante la inercia de los gerentes públicos circunstanciales y los garantes de los Derechos Humanos consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Leonel Díaz; cuenta con 48 años de edad y recuerda que desde hace 10 años fue diagnósticado con riñones poliquísticos en el hospital de su pueblo, Valle de la Pascua; «pero hace 6 años que se dañaron las máquinas para el tratamiento de hemodiálisis y llevamos 14 meses viajando a tal fin para Calabozo. Nos tienen de mamadera de gallo en amarga espera por el funcionamiento de la nueva Unidad de Diálisis en Valle de la Pascua, ahora nos ayudó un diputado AN con la montura de tres transformadores, pero no informan sobre la gestión ofrecida ante el gobernador José Vásquez y mientras tanto la viajadera nos arrebata la vida cotidiana con la familia, el trabajo y no vemos solución», aseveró Leonel Díaz.
Carmen Díaz; proviene del sector Raúl Leoni de Tucupido, cuenta con 39 años de edad, el 12 de abril del 2012 le diagnosticaron insuficiencia en los riñones y a los dos días le instalaron el primer catéter. «Ahora si no nos mata la enfermedad lo hace el maltrato con los viajes, la comida se nos daña, faltan los medicamentos y se acabó el complejo B pero seguimos luchando», enfatizó Carmen Díaz.
Julio Morales, de 28 años de edad y oriundo de Cabruta es este muchacho que a sus 17 años fue detectado en Caracas con creatinina elevada y otros exámenes revelaron riñones desgastados, ingresando entonces al mundo como paciente renal. «En La Pascua llevo 6 años procurando dializarme y unos 14 meses yendo a Calabozo. Hemos luchado pero recibimos muchas ofertas engañosas de los funcionarios y no se cristaliza la Unidad de Diálisis para este hospital, el viernes de la pasada semana se accidentó el bus y luego de tres horas fuimos rescatados por otro Yutong; ?hasta cuando este maltrato?, finalizó Julio Morales.
José Gerónimo Cabezas, guariqueño y de Zaraza es este ciudadano de 50 años, quien a causa de su debilidad acudió en enero del 2019 ante el Dr. Casado y le diagnosticaron el poblema; «pero no le paré hasta ahora cuando gasté lo poco que tenía, me vine limpio y en cola. Debo viajar de Zaraza a Calabozo en un trayecto agotador, pero la esperanza es lo último que se pierde», dijo
Niorka Vásquez, cuenta con 37 años de edad esta guapa «Maliciosa» cantante vallepascuense de padre elorzano y madre zaraceña, quien desde hace 16 años fue diagnosticada con lupus sistémico eritomatoso que con el pasar del tiempo afectó sus riñones. Luego de biopsia en el año 2013 le detectaron insuficiencia renal grado IV pero fue en 2017 cuando comienza tratamiento con diálisis y de allí en adelante su vida cambió totalmente dando un giro de 360 grados, aderezado con los agotadores viajes interdiarios hacia la capital del municipio Francisco de Miranda a fin de seguir la rutina que la mantiene en acción.
«Abrigo esperanzas y mantengo confianza en el Dios vivo, que en su tiempo perfecto hará el milagro de sanarme o proporcionarme un trasplante de riñón. Mientras tanto, espero por la puesta en servicio de la nueva Unidad de Diálisis de Valle de la Pascua la cual permitiría alargar el tiempo de vida en los enfermos renales del oriente guariqueño», reiteró una alegre y optimista Niorka Vásquez.
Apetecida por muchos, negada por pocos
Según especialistas, «la hemodiálisis es una técnica de depuración extracorpórea. Suele practicarse tres veces por semana durante 3-5 horas por sesión, dependiendo del paciente y su situación individual. Para administrarle el tratamiento, el paciente es conectado a una máquina mediante un catéter o fístula arteriovenosa, durante unas cuatro o cinco horas, tiempo aproximado para que el “riñón artificial” depure la sangre, limpiándola de productos nitrogenados como la urea y la creatinina».
Cuentan los propios pacientes del oriente guariqueño, que dadas las demandas del citado tratamiento, en el hospital Dr. Francisco Urdaneta Delgado de Calabozo se han disminuido las horas de diálisis, lo cual unido a la falta de administración de medicamentos e insumos indispensables, complica las condiciones de los pacientes ante el incremento en su deteriorado estado de salud.
Allí adquiere mayor relevancia la Unidad de Diálisis de Valle de la Pascua, cuya instalación fue desalojada abruptamente de anteriores y necesarios servicios, para ser acondicionada y entregada en acto público al gobernador José Vásquez, en diciembre del 2018, pero actualmente «no se le ve el queso a la tostada» y no se emprende la dotación respectiva de máquinas, implementos y útiles requeridos para ponerla en funcionamiento.
Entre tanto, el presidente de la ONG Codevida, Francisco Valencia, «estima que muchas más personas han perdido la vida por falta de tratamiento de hemodiálisis, destacando que por el difícil acceso a la información no tienen exactitud de los registros», y nosotros tampoco, pero los pacientes renales del estado Guárico aún mantienen esperanzas en que se cumpla el milagro. !Que así sea!.
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