Padres y médicos de los pacientes en el centro médico critican a Nicolás Maduro por invertir dinero en armas y no comprar medicinas y reparar los hospitales.
“Papá, tengo miedo de morirme, tengo miedo que me sigan puyando. Tengo miedo de no volver a ver a mis hermanos, de no volver a casa, de no volver a verte a ti y a mi mamá”, esas fueron algunas de las palabras de la última conversación que Erick Altuve sostuvo con su papá ,Gilberto Altuve, antes de que el domingo 26 de mayo falleciera a consecuencia de un paro respiratorio, en la sala de terapia intensiva del Servicio de Hematología del Hospital J.M. de Los Ríos.
El pequeño Erick Altuve tenía 11 años de edad. Se encontraba esperando un trasplante de médula desde hace ocho años. En enero fue hospitalizado por sufrir una recaída del cáncer que le fue diagnosticado cuando solo tenía un año y medio de edad.
Este niño, habitante del barrio de Petare, al este de Caracas, se quedó con las ganas de poder estudiar medicina para ayudar a los niños y seguir el ejemplo de todos los médicos que lo trataron durante su enfermedad.
“Mi hijo también me decía que quería ser un pintor. Que quería estudiar y aprender mi oficio de albañilería. Yo le decía ‘no hijo, usted tiene que ser mejor que yo, tú vas a estudiar y serás muy grande, serás un buen hombre y tendrás mucha vida para hacerlo”, señaló Gilberto Altuve entre lágrimas, a las afueras del Hospital J. M. de los Ríos
Señaló que no tiene resentimientos con el personal del hospital, con los doctores y las enfermeras, ni con los encargados de la cocina. Asegura que tratan de atender a los pequeños pacientes lo mejor que pueden pero no cuentan con los recursos necesarios.
“Hace algunos años cuando fue necesario hospitalizar a mi hijo en este hospital, recuerdo que le daban arepa con jamón y queso, jugos, frutas y leche en el desayuno. En el almuerzo le daban puré de papa con pollo, carne y también recibía una buena cena. En estos últimos meses, la única comida que le ofrecieron fue arroz con caraotas o pasta con caraotas. Esa es la dieta de todos los niños aquí en el hospital”, señaló el padre del niño fallecido.
También le mando un mensaje a Nicolás Maduro: “En los hospitales se nos mueren los viejos, se nos mueren los niños y tú, todavía eres tan ignorante que te pones a hacer armas. A comprar armamento. A lo mejor amanezco muerto, porque me van a mandar a matar, pero no le tengo miedo a la muerte. Si mi hijo se murió, con gusto lo acompaño”, dijo.
El pequeño Erick será velado en la misma casa que lo vio nacer y crecer, allá en el barrio 12 de Octubre de Petare, en el municipio Sucre. “Mi hijo también me dijo, ‘Papá si llegó a morir, no me vayas a enterrar en un lugar lejos de ustedes, llévame en un lugar en donde puedan visitarme, tú, mi mamá, mis hermanos y mis abuelos, por lo menos una vez al mes, no me dejes solo’”.
A las afuera del hospital, también se encontraba Jennifer Guerrero, madre de Erick. En medio de su dolor, encontró fuerzas para mandar un mensaje a las autoridades: “ Lo único que le pido a las autoridades es que ayuden a los niños que siguen allá adentro. Mi hijo luchó bastante, fueron cinco años y once meses esperando por el trasplante de médula ósea, espero que tengan un poquito de corazón, con esos niños, no hay medicamentos, revisen las quimios, si están vencidas o mal preparadas, porque los niños ya no las están aceptando, a las madres que siguen allí, sigan luchando, como yo luché por mi hijo”.
Señaló que durante la emergencia, acudió a la farmacia del hospital a buscar un medicamento que requería Erick, pero que el encargado le dijo: “No te lo puedo dar, pues la directora del centro lo tiene bajo llave”.
Otros 30 niños en Peligro
El doctor Huníades Urbina Medina, ex director del Hospital J.M. de los Ríos y presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, advirtió que otros 30 niños hospitalizados en este centro de salud se encuentran en peligro por la falta de medicamentos, trasplantes de médula y por las pésimas condiciones en las que se encuentran las instalaciones del centro de salud.
Criticó al gobierno de Maduro, quien anuncio la inversión de 50 millones de euros en material bélico, como uniformes y armas. Urbina consideró que esos recursos deberían invertirse en pagar parte de la deuda que tienen con el gobierno italiano por el programa de trasplantes de médula, en la compra de medicamentos, y en mejoras a la infraestructura de los hospitales.
Señaló que en sus 30 años ejerciendo la profesión de médico, ha sentido en los últimos años una gran frustración de ver como mueren los niños por la falta de medicamentos.
“Es mentira que el gobierno de Nicolás Maduro no compra medicamentos por el cacareado “bloqueo” económico. Aquí la crisis hospitalaria tiene más de 10 años y es crítica desde hace cinco. ¿Cómo nos explican que pueden comprar armas, pero no medicinas? El gobierno está condenando a los niños enfermos”, señaló Urbina Medina.
En lo que va de mayo, ya han fallecido cinco niños en el Hospital de Niños J. M de los Ríos.
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