Ademas indicó que luego de que el presidente interino de Venezuela Juan Guaido se autoproclamara «se contrato por parte de la derecha un grupito de delincuentes, están todos presos (…), les pagaban 100 dólares por día y el pueblo los rechazaba”.
Nicolás Maduro, negó este viernes tener vínculos con Hezbolá, el movimiento chiita libanés cercano a Irán, y arremetió contra el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, quien afirmó que “células” de ese grupo operan en el país caribeño.
Maduro, cuyo mandato es deconocido por unos 40 países, entre ellos Estados Unidos, pero apoyado entre otros por Hezbolá e Irán, definió al grupo chiita libanés como “un partido político legal” y destacó la existencia de una comunidad libanesa en Venezuela.
Hezbolá “es un partido político legal de la vida del Líbano (…), con ministros, con diputados, y con autoridades electas (…), representado en la ONU”, dijo el mandatario en rueda de prensa.
“Nosotros no hemos tenido relaciones políticas” con Hezbolá, pero hay “muchos libaneses en Venezuela” y “los libaneses en Venezuela tienen libertad de pensamiento”, dijo.
Mike Pompeo, secretario de Estado de Donald Trump, dijo el miércoles en una entrevista con el programa televisivo Fox Business, que “Hezbolá tiene células activas” en Venezuela y que Estados Unidos tiene la “obligación” de reducir el riesgo de seguridad regional que eso representa.
Washington y el resto de los países que desconocen a Maduro impulsan su salida del poder por considerar “ilegítimo” su nuevo mandato iniciado el 10 de enero. En cambio, reconocen como presidente interino a Juan Guaidó, quien en su calidad de jefe del Parlamento democráticamente electo en 2015 se autoproclamó el 23 de enero invocando poderes constitucionales.
Maduro criticó al jefe del Departamento de Estado estadounidense, otrora cabeza de la agencia central de inteligencia (CIA).
Pompeo es la “punta de lanza de la agresión contra Venezuela desde que era director de la CIA”, dijo Maduro a periodistas. “Como secretario de Estado sigue maquinando cómo hacernos daño”.
El presidente iraní, Hasan Rohani, también denunció el miércoles la injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de otros países.
“Los estadounidenses están interfiriendo en América Latina y el destino de Venezuela. Estamos presenciando la interferencia de Estados Unidos en todo el mundo, y el camino que han emprendido ni siquiera es beneficioso para Estados Unidos y su gente”, dijo Rohani, según la agencia de prensa oficial Irna.
EL PAPA
“Al Papa le toca gobernar la Iglesia en el mundo, estoy seguro de que quiere ayudar a Venezuela”, ha dicho Maduro en rueda de prensa, en alusión a una carta remitida al Vaticano. Maduro ha ofrecido al Pontífice “facilitar el encuentro entre los venezolanos y los procesos de diálogo”.
La oposición, sin embargo, ha rechazado cualquier conversación con el Gobierno de Maduro por considerar que solo serviría al chavismo para perpetuarse en el poder. El 23 de enero, el jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se autoproclamó “presidente encargado” para intentar avanzar en la transición.
LOS QUE QUIEREN VIOLENCIA:
“Un grupito de delincuentes fue contratado, están todos presos (…), les pagaban 100 dólares por día y el pueblo los rechazaba”, dijo Maduro desde el palacio presidencial.
En su opinión, desde que el pasado 23 de enero, cuando el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, anunció que se adjudicaba la Presidencia interina de Venezuela, se puso en marcha “un guion mal preparado” que quería establecer “una matriz (de opinión) en el mundo”.
Ese “guion” incluía “decenas de muertos, decenas de protestas y cae Maduro”, lo que considera que no ha funcionado.
El pasado sábado, decenas de miles de personas salieron en una multitudinaria manifestación pacífica y festiva, la primera de esa magnitud convocada desde el 23 de enero por Guaidó.
La protesta transcurrió con absoluta normalidad y no hubo disturbios.
Sin embargo, la organización no gubernamental Foro Penal Venezolano denunció el pasado 4 de febrero que el número de “presos políticos” aumentó a 966, la cifra “más alta en la historia de Venezuela”.
“El número de presos políticos ha incrementado exactamente a 966 personas, que quiere decir que, del número anterior que reportamos de 273, ha habido un aumento de 700 personas (…), la cifra más alta (…) en la historia de Venezuela que al menos el Foro Penal conoce desde hace 18 años”, dijo a periodistas el director de la ONG, Alfredo Romero.
Además, durante las protestas en los días anteriores y posteriores al 23 de enero, murieron 35 personas según el balance del Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) junto al Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS).
Guaidó ha sido reconocido como presidente interino de Venezuela por una veintena de países de la Unión Europea (UE), entre ellos España, Portugal, Reino Unido, Alemania y Francia.
También ha sido reconocido por Estados Unidos, Canadá, Israel, Colombia y Brasil, entre otros, además del Parlamento Europeo.
El origen del conflicto político está en las elecciones del pasado 20 de mayo de las que Maduro se declaró ganador y cuya legitimidad fue rechazada tanto por la oposición como por buena parte de la comunidad internacional, reseñado por EFE AP
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