Según un nuevo estudio el consumir grillos puede aumentarte las bacterias intestinales resultando ser beneficioso para la salud, además ocasiona la reducción de una proteína inflamatoria en la sangre llamada TNF-alfa
Investigadores del Instituto de Estudios Ambientales de la Universidad de Wisconsin-Madison (Estados Unidos), dieron a conocer que han realizado un estudio el que se descubrió que el comer grillos ayudará a incrementar el crecimiento de bacterias en el intestino, sin embargo, este no ha concluido aun.
Asimismo investigadora principal del trabajo es Valerie Stull enfatizó que ayuda a reducir la inflamación en el cuerpo. Cabe destacar que Stull que tenía 12 años cuando comió su primer insecto. Por lo que detalló que “estaba en un viaje con mis padres en América Central y nos sirvieron hormigas fritas. Recuerdo sentir asco al principio, pero cuando puse la hormiga en mi boca, realmente me sorprendió porque sabía a comida y estuvo bien”.
Informaron que los grillos, al igual que otros insectos, contienen fibras, como la quitina, los cuales están compuestos por diferentes fibras dietéticas que se encuentra en alimentos como frutas y verduras. Esta sirve como fuente de alimento microbiano y algunos tipos de fibra promueven el crecimiento de bacterias beneficiosas, también conocidas como probióticos.
Ahondando en la investigación
Los científicos realizaron una recolecta de muestras de sangre, de heces y cuestionarios gastrointestinales inmediatamente antes de que comenzara el estudio, luego del primer período de dos semanas de dieta y tras el segundo período de dos semanas de dieta.
Se observó que las muestras de sangre de los participantes se analizaron para detectar una serie de indicadores, como la glucosa en sangre y las enzimas asociadas con la función hepática, y también para los niveles de una proteína asociada con la inflamación.
Las muestras fecales se analizaron para determinar los subproductos del metabolismo microbiano en el intestino humano, los productos químicos inflamatorios asociados con el tracto gastrointestinal y la composición general de las comunidades microbianas presentes en las heces.
Es de resaltar que los participantes no informaron cambios gastrointestinales significativos o efectos secundarios y los investigadores no encontraron evidencia de cambios en la composición microbiana general o cambios en la inflamación intestinal. Sí que vieron un aumento en una enzima metabólica asociada con la salud intestinal, y una disminución en una proteína inflamatoria en la sangre llamada TNF-alfa, que se ha relacionado con otros indicadores de bienestar, como la depresión y el cáncer.
Por último el equipo prestó atención sobre un aumento en la abundancia de bacterias intestinales beneficiosas como ‘Bifidobacterium animalis’, una cepa que se ha relacionado con, entre otros beneficios, una mejor función gastrointestinal.
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