Biomasa para calefacción en comunidad de vecinos
Los sistemas de calefacción centralizados son utilizados por muchas comunidades de vecinos en España, de esta forma se abastece de calor y agua caliente para actividades sanitarias a muchos residentes de una edificación. En su gran mayoría son calderas que funcionan a gas o carbón, ocasionando altos gastos para su mantenimiento. El uso de la biomasa se extiende paulatinamente en el territorio debido a sus grandes beneficios.
El uso de combustibles fósiles para efectos de calefacción tiende a ser sustituido por novedosas estrategias energéticas, más amigables con el ambiente, generan ahorro energético y contribuyen notablemente con la economía doméstica. En las actuales circunstancias, las comunidades de vecinos deben considerar la reducción de sus consumos energéticos y de mejora en sus finanzas.
¿Cómo es una instalación de biomasa para comunidades de vecinos?
Para el consumo calórico de una vivienda, se necesita una caldera de pequeñas dimensiones; pero cuando hay que suministrar calor para la calefacción y agua caliente a comunidades de muchas viviendas, se necesita la instalación de medianas o grandes calderas que funcionen con biomasa. Estas calderas tendrán la capacidad de producir sobre los 75KW y poder funcionar con diversos materiales de biomasa como son pellets, leña entera, astillas o conchas secas de vegetales.
La instalación de calderas con potencias superiores a 70KW, están sujetas a las normativas contenidas en el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE), las cuales determinan la previa presentación de un proyecto para su desarrollo.
Las condiciones de las comunidades de vecinos son tan diversas, que el profesional en instalaciones térmicas que tenga a cargo la elaboración del proyecto, debe efectuar los cálculos correspondientes, tanto para la calefacción por radiadores o suelos radiantes, como para el suministro de agua caliente sanitaria, y así poder colocar la caldera adecuada al consumo de dicha comunidad.
Una instalación de biomasa para calefacción debe contemplar el espacio adecuado tanto para la caldera propiamente dicha, como para el depósito de agua caliente y para las reservas de biomasa con la cual se reabastecerá en su debida oportunidad. En algunas comunidades que por su dimensión requieren de grandes calderas de biomasa, las instalaciones se hacen en sitios debidamente analizados para su funcionamiento.
Ventajas de las instalaciones centralizadas de calefacción por biomasa
La sustitución de los combustibles fósiles por fuentes de energía renovables, gana terreno de manera acelerada dentro del territorio europeo.
España cuenta en la actualidad con una cantidad de aproximadamente 200.000 instalaciones de biomasa térmica, lo que se traduce en una disminución de 4 millones de toneladas de CO2 cada año.
La biomasa es una alternativa excelente para la sustitución de las antiguas instalaciones térmicas que trabajan con derivados de petróleo y con gas natural. Viene a representar la mejor opción para eliminar de las comunidades de gran tamaño, esas calderas a carbón que tanto daño ocasionan al ambiente.
Económicamente hablando, con las calderas operadas por biomasa, se obtiene un ahorro excelente. Una caldera que para funcionar utiliza carbón y suministra calor a una comunidad, al ser sustituida por una que funciona con biomasa, reduce no menos del 50% el gasto monetario para la adquisición del combustible
La modernización que presentan las calderas de biomasa, conforman una ventaja tecnológica indiscutible. Las calderas de este tipo vienen equipadas con controles para ajustes automáticos de temperatura, control del consumo energético, mecanismos que permiten su limpieza automática, todo lo cual significa ahorro energético.
Otra ventaja de las calderas de biomasa la representa la comodidad y facilidad para efectuarle labores de mantenimiento predictivo, lo que nos ayuda evidentement a evitar los trabajos correctivos; esto es posible ya que las averías se minimizan, trayendo consigo también disminución en las facturas por suministro de calefacción y aguas calientes sanitarias.
En resumen, disponiendo del espacio adecuado para colocar la caldera, un espacio apropiado donde se deposite el agua caliente para su posterior distribución, y suministro correcto de combustible (pellets, semillas de aceituna, madera etc.), las calderas operadas por biomasa son una opción de primera para las comunidades de vecinos.
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