Los dolientes, en su mayoría jóvenes, llegaban poco a poco. Querían despedirse de José Javier Chourio Bracho (20) y apoyar a su familia. Unos atracadores lo mataron para quitarle su billetera y su teléfono móvil. José, su hermano gemelo, presintió la tragedia. Un susto en el corazón le advirtió, intentó retener 20 minutos a su pariente, pero no le vio sentido hasta unos minutos después.
25 de Junio del 2016.-
Notipascua.- Los dolientes, en su mayoría jóvenes, llegaban poco a poco. Querían despedirse de José Javier Chourio Bracho (20) y apoyar a su familia. Unos atracadores lo mataron para quitarle su billetera y su teléfono móvil. José, su hermano gemelo, presintió la tragedia. Un susto en el corazón le advirtió, intentó retener 20 minutos a su pariente, pero no le vio sentido hasta unos minutos después.
Al joven se le veía calmado. A medida que avanzaba en su relato, las lágrimas ahogaban a José Miguel Chourio. “El martes estaba donde mi tío y me dio taquicardia. Presentía que algo malo iba a pasar, sin imaginarme que se trataría de mi hermano”.
Quienes lo consolaban recordaron que los gemelos eran inseparables. Dormían juntos, compartían sus pertenencias, se contaban y ayudaban en todo, incluso, dentro de poco trabajarían juntos.
Contuvo el llanto, se limpió el rostro y prosiguió. Chourio detalló que José Javier salía de su casa a las 5.30 de la mañana todos los días para una distribuidora de Lácteos Los Andes y volvía a la 1.00 de la tarde. El día de su muerte, al despedirse de José Miguel, le comentó que aún estaba oscuro para salir. “Le insistí que entrara. Algo adentro me pedía que no lo dejara ir, pero me respondió que debía marchase sino llegaría tarde”.
El obrero caminó una cuadra antes de que Dionis Manuel Fernández Montiel, Júnior José López (17), alias el “Valencia”, y una mujer le salieran al paso, lo apuntaran con un arma de fuego para robarlo. José Javier se resistió y lo mataron. Un primo encontró el cuerpo y corrió para avisarles.
“Le dije que me avisara cuando llegara al trabajo, pero el mensaje nunca llegó”, se lamentó el gemelo.
La última vez que se separaron, detalló Chourio, fue cuando José Javier viajó a Caracas. “Hablábamos por cámara, pero nos hacíamos falta. Un día me enfermaba yo y al siguiente él por estar lejos”.
José Miguel, a pesar que era mayor que José Javier por cinco minutos, aseguró que veía a su gemelo como el mayor, le pedía consejos y lo respetaba mucho.
Luto familiar
Los familiares y amigos lamentaban la partida del muchacho, a quien recordaban muy tranquilo y trabajador. No terminó los estudios, eligió trabajar para ayudar a su padre, quien es diabético.
A la casa de los Chourio, en la vereda 6 de la urbanización San Felipe III, entraban y salían allegados. El cadáver de la víctima reposaba en un ataúd en medio de la sala. Lo custodiaba su madre, quien cada cierto tiempo regresaba del shock emocional y gritaba el nombre del menor de sus cuatro hijos.
“El hombre más inocente, amoroso y trabajador era mi hijo y hoy gracias a la inseguridad me toca enterrarlo”, comentó Diantonio Chourio, padre de los gemelos
Falta una
La familia Chourio Bracho agradeció a los cuerpos policiales la atención y la inmediatez de su respuesta. Tardaron 12 horas en encontrar a los sospechosos.
Polisur informó que Júnior José López (17), alias el “Valencia”; y Dionis Manuel Fernández Montiel (17) comenzaron a extorsionar a los contactos de la víctima. Rastrearon desde donde llamaban y los buscaron. Los ultimaron en la vía principal a La Cañada de Urdaneta. Entre sus pertenencias encontraron el teléfono celular y la cartera de su víctima. Los acusan de pertenecer a la banda del “Hongo”.
Las investigaciones aún no terminan, acotó un oficial. Aún rastrean a la tercera implicada, una mujer, quien reside cerca de la casa de la víctima.
Fuente: La Verdad.
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