Venezuela planteó un juego inteligente y desquició a Uruguay para vencerlo 1-0 y asegurar así su clasificación a los cuartos de final de la Copa América Centenario.
09 de Junio del 2016.
Grupo Notipascua.-
“No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal”, dice uno de los versos del Padre Nuestro. Venezuela rezó. Ayer no sólo había angustia en sus calles, convulsionadas después de una jornada más de protestas y turbulencia. Anoche, la Vinotinto también rezó.
Por momentos, sucumbió a la tentación del juego físico de Uruguay. Durante media hora fue absorbida por la estrategia del técnico Óscar Washington Tabárez, y sufrió, poco, pero tentada por ir al choque, al juego de contacto de su rival, y recurriendo al pelotazo, se vio desconcertada.
Pero también es una virtud librarse del mal camino. Un destello de Alejandro Guerra, mágico e irreverente como nunca antes en su carrera, cambió todo.
Su pelotazo largo, al ver adelantado a Sergio Muslera, el arquero charrúa, fue suficiente para provocar un rebote en el poste que aprovechó el siempre efectivo Salomón Rondón, para que así, Venezuela lograra imponerse 1-0 al combinado celeste en Filadelfia, clasificándose así a los cuartos de final de la Copa América Centenario.
“Podemos decir que este es un segundo Centenariazo”, aseguró Rafael Dudamel en la rueda de prensa posterior al partido. No se aleja de lo cierto. Su planteamiento fue arriesgado, agresivo e inteligente.
Colocó a Adalberto Peñaranda en la banda izquierda, para complicarle la vida a Maxi Pereira. Aunque el oriundo de El Vigía no pudo aportar tanto a la hora de defender, desquició con su ritmo a sus rivales. Sufrió en el retroceso, apoyando a un sacrificado Rolf Feltscher, pero cuando le tocó ir arriba, cumplió.
No sólo el ingreso de Peñaranda fue una demostración de la inteligencia táctica con la que Dudamel entendió el partido. Cuando Venezuela caía en la tentación, supo sacudir al equipo. “Hoy se nos salió el Rocky Balboa que llevamos por dentro”, comentó emocionado el yaracuyano.
A partir del gol de Rondón a los 35, Venezuela peleó. Pero a diferencia del aporreado boxeador que encarnó Silvester Stallone, la Vinotinto fue una especie de Sugar Ray Leonard. Cerebral, frío, inteligente. Entendió la desesperación de su rival, y comenzó a jugar con ella.
Uruguay se abalanzó sobre la selección nacional como la fiera herida que era. Mostró sus garras. Hasta Luis Suárez se paró a calentar en la banda. Quería entrar, pero no estaba para eso. Tabarez se lo recordó, y esto enfureció al ariete del Barcelona. Impotente. Era el reflejo de sus compañeros.
Guerra corrió toda la cancha. Defendió en la derecha, en el centro, se multiplicó para ir al ataque. Hizo jugar de nuevo a sus compañeros. También se destacó Josef Martínez, o Rondón y su trabajo sin balón, o Wilker Ángel y Oswaldo Vizcarrondo, atentos en cada cierre y en cada pelota dividida.
Hubo un espíritu de cuerpo que hizo a Venezuela un equipo competitivo otra vez, y por eso se volvió a meter, un año después, entre los ocho mejores de América. Sobre el final también se volvió a rezar. Edinson Cavani, ese infalible ariete del PSG, falló un mano a mano de esos que nunca desperdicia. La suerte juega. Dios libró a la Vinotinto del mal.
“Esta selección le está mandando un gran mensaje al país. Unámonos, Venezuela. Unidos todos, Venezuela es una sola. Estos muchachos están entregándose en cuerpo y alma por su país”, aseguró Dudamel.
La victoria puede que no sirva para calmar el hambre o la rabia de muchos. Pero entrar a cuartos de final es un regalo ante tanto padecimiento. Lo bueno es que habrá, al menos, dos partidos más para embriagarse de la alegría de este Vinotinto, que compite, que alegra, y que hace que en medio de tantas penas, se pueda celebrar.
FICHA TÉCNICA
Venezuela (1): Hernández, Rosales (A.González, 8’), Ángel, Vizcarrondo, Feltscher; Figuera (Otero, 78’), Rincón, Guerra, Peñaranda; Martínez, Rondón (Seijas, 77’). DT: Rafael Dudamel.
Uruguay (0): Muslera, Silva, Godín, Giménez, Pereira; Arevalo Ríos, González (Corujo, 79’), Sánchez (Lodeiro, 78’), Ramírez, Stuani (Rolan, 67’), Cavani .DT: Óscar Washington Tabarez.
Gol: 35’, 1-0, Rondón (V): El atacante aprovechó un rebote del poste después de un largo remate de casi 40 metros que pegó en el poste. El venezolano empujó la pelota al arco batiendo a Muslera.
Árbitro: Patricio Lousteau (Argentina).
Amonestados: Figuera, Seijas, Martínez (V); Godín (U).
Estadio: Lincoln Financial Field (Filadelfia, Estados Unidos).
El Nacional.
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