En Valle de la Pascua celebraron el Día Masónico Nacional
Freddy Arveláez Gámez
!Viva Miranda, viva la masonería!; con tales expresiones gritadas al unísono por los asistentes se dió por concluido el Acto de Celebración del Día Masónico Nacional, escenificado durante una hora matutina del jueves 28 de marzo ante la estatua pedestre del Libertador Simón Bolívar, en Valle de la Pascua.
Las autoridades representadas por los venerables maestros Simón Solano, Jose Eliecer Peña y Ruben Abreu, sus comitivas e integrantes de las Respetables Logias Libertador No. 89, Valle de Los Lirios No. 213 y Templo Pitagórico No. 238, fraternidades que funcionan en la capital del municipio Leonardo Infante, como todos los años, emprendieron la programación local cuando se conmemoró el natalicio 269 de Sebastián Francisco de Miranda, precursor de la independencia y de la masonería latinoamericana.
Portando banderas patriotas y estandartes de sus respectivos talleres los queridos hermanos marcharon alrrededor de la plaza Bolívar, brindaron reverencia ante la estatua del Libertador, escucharon el Gloria al Bravo Pueblo y el Himno Masónico Nacional, atendieron el trazado “Francisco de Miranda, Padre de la Masonería latinoamericana” expuesto por el Q:. H:. Numan Silva Campos, rindieron honor al Tricolor traído por Miranda y protagonizaron cadena fraternal finalizando con los gritos !Viva Miranda, viva la masonería!.
MIRANDA: UNA VIDA PLENA DE LUCHA POR LA LIBERTAD Y LA INDEPENDENCIA AMERICANA
Sebastián Francisco de Miranda nació en Caracas el 28 de marzo de 1750. Hijo del canario Sebastián de Miranda Ravelo y la caraqueña Francisca Antonia Rodríguez, familia clasificada entre las de pureza de sangre de la Caracas de la época. Su nacimiento ocurre en tiempos de graves complicaciones en el mundo. De 1750 en adelante y por espacio de una centuria se desenvolvieron tres revoluciones simultáneas, LA ECONÓMICA, con la aparición de la máquina, o sea la Revolución Industrial y el correlativo desarrollo de la ciencia en forma acelerada; LA POLÍTICA, con el fin del absolutismo en varios países, la fortificación del nacionalismo y la acentuación de las corrientes democráticas.
Y LA REVOLUCIÓN INTELECTUAL, con la presencia de la Ilustración. Por ello, Kant, pudo decir que la humanidad había entrado en la edad adulta, ante la dominación del hombre sobre la naturaleza, mediante la razón. Francisco de Miranda fue el primero en descifrar y comprender el momento histórico de su tiempo. El primero en darse cuenta de que había llegado la hora exacta para la emancipación iberoamericana.
De allí su originalidad y su jerarquía entre los hombres. No se detuvo en su descubrimiento; del hallazgo pasó valerosamente a la acción, volviéndose el eje y centro del magno empeño; se siente su ejecutor y dedica todo su torrente vital en esa forja ingente, larga y difícil. Persistirá en ella, irreductible, durante treinta años.
En el “LEVÁNTATE Y ANDA” con que sacude a los americanos hay urgencia, fervor, llamarada, invencibilidad. La grandeza de aquella irrupción gigante y tenaz excitó virulentas oposiciones y la España Monárquica de entonces lo odió y persiguió infatigablemente por espacio de tres décadas, hasta atraparlo mediante un traidor; cayó el héroe, cuando ya el incendio de la revolución libertaria por él provocada se había extendido por todo el continente.
Emerge Francisco de Miranda con la marca de lo oceánico. A los 20 años se hizo Capitán de su propio navío; muy joven, vibrante y ambicioso, se embarca en La Guaira y abre rumbo hacia el mundo, viajando por el Océano Atlántico. A los treinta y siete días de navegación, el puerto de partida en su Patria Venezuela parece unirse al otro puerto, a Cádiz, en España. Unirse, dice el destino: Miranda morirá en Cádiz, cuarenta y seis años después (el 14 de julio de 1816). De un puerto a otro puerto y entre los dos una vida intensa y creadora.
Después de Cádiz, vendrán otros puertos de tránsito, larga es la lista de nombres sucesivos: Melilla, en el norte africano, donde combatirá contra los Moros. Luego Pensacola, en la Florida, lugar de enfrentamiento contra los ingleses en pro de la independencia de los EEUU. Gibraltar, sitio de excepcional médula creativa: allí precisamente ingresará a la Francmasonería.
Luego, La Habana, en Cuba, que será el lugar en el cual, valerosa y decididamente, romperá con España para siempre. La Habana señala el portentoso y necesario viraje, para el cumplimiento de su destino.De Cuba navega, arrebatado ya en prefiguraciones, hacía el puerto de Nueva York, donde emergerá, por primera vez, el proyecto que ha estado formándosele en la conciencia, de emancipar el Nuevo Mundo Ibérico. Allí, a orillas del océano, se plasma un Francisco de Miranda revolucionario, agitador de libertades para todo un continente. Ahí comienza un futuro grande.
Gibraltar es un baluarte inglés desde 1700. Allí permanece por más de dos meses a fin de absorber mejor la cultura británica, muy distante de la española, más completa, más amplia, más perfeccionada. Probablemente en esta oportunidad fue invitado a ingresar a la Francmasonería, la asociación más importante del siglo XVIII y de buena parte del XIX en el mundo occidental; la más perseguida y condenada, a la vez, por el Vaticano, la Inquisición y algunos Estados de moldeamiento católico.
Es bueno recordar, que hacía 1717 se constituyó en Londres una Gran Logia, hecho que se considera como el nacimiento de la francmasonería especulativa mundial.Ingresaron a la Francmasonería: Federico II de Prusia, Napoleón Bonaparte y sus hermanos Jerónimo y José, D’Alembert, Danton, el pintor David, Diderot, Federico Engels, el filósofo Fichte, Goethe, el compositor Haydn, el filósofo Helvetius, Guillermo Humboldt, Jefferson, John Adams, Kant, Lafayette, el sabio Lavoisier, Mozart, Robespierre, Rousseau, Voltaire, Saint-Simon, Washington y tantos otros.
Miranda se afilió a la Francmasonería con entusiasmo. No presumía aún que de ese poder se serviría más tarde, con sagacidad inmensa, para plasmar en Hispanoamérica la revolución contra España.Miranda, iniciado ahora en Gibraltar, utilizará el poderío masónico en forma extraordinaria y todos los capitanes que con él conspiraron y que luego hicieron la guerra magna de liberación, integrantes de la Masonería fueron; entre otros: Bolívar, San Martín, Páez, Monteagudo, Santander, O’Higgins, Rivadavia, Alvear, Bermúdez, Mariño, Rocafuerte, Unánue, Nariño, Soublette, Montilla, Ribas, Morelos, Urdaneta, etc., etc., de modo que fue la Masonería la gran gestora y por ende la gran coordinadora de la emancipación americana. Ese es su honor en la historia.
De él dice Napoleón: “es un Don Quijote, con la diferencia de que no está loco; este hombre tiene fuego sagrado en el alma”.Destaca en su afán por la emancipación americana, la brillante originalidad de Miranda en ese entonces, de crear una logia masónica en la ciudad de Cádiz, con el nombre de Logia LAUTARO, para honrar así una figura indígena chilena, el aborigen Lautaro, rebelde contra los españoles del conquistador Valdivia en el siglo XVI.
Fue la más eficaz iniciativa de su sentido de organización: se atraía a los mejores ciudadanos de toda Latinoamérica para hacerlos ingresar a la Francmasonería. Nos afirma el Ilustre Hermano Barboza de la Torre que sus miembros “juraban servirle a la independencia de América; orientar a los pueblos para decidirse por la forma republicana y democrática de gobierno, y dedicar su lucha por la libertad de los pueblos americanos”.
La actividad de Miranda se ensancha y graba a lo largo de una vida extraordinariamente pródiga en sucesos, pasiones, aventuras, entrevistas, viajes, peligros, éxitos y cárceles.Los españoles apresaron en La Guaira a un gran triunfador, al más encumbrado vencedor en América. Lo que estaba desarrollándose en el continente hispanoamericano, de México a Buenos Aires, obra suya es, inspiración suya, acción titánica suya, llevada adelante por espacio de 30 largos años.
Él fue la revolución, desde el principio; gracias a él se mantuvo creciente, dinámica, arrolladora. No fue llevado al castillo San Carlos un derrotado, sino un varón altamente glorioso. En las cárceles en que le tendrán durante cuatro años, hasta la muerte, demostrará inflexiblemente una dignidad altiva, una exigencia de justicia y una fortaleza de ánimos ajena a la más mínima debilidad. Un prisionero de tal entereza honra al hombre.
Muere Miranda el 14 de julio de 1816 en La Carraca de Cádiz. Otros lograrán la hazaña de lograr la Independencia de América, pero Miranda es el Precursor;El primer criollo de proyección universal, es quien echa las bases del proceso revolucionario que da fisonomía a la América libre. Su pasión fue la Libertad, que dejó sentado en sus escritos; “lo primero que brotó de mi alma fue un ferviente voto por la Libertad de la tierra que me vio nacer, pues no me atrevía por entonces a llamar patria a la América del Sur.
Me consagré al servicio de la Libertad mucho antes de que Francia hubiese pensado en ocuparse de ella”; Conmemorando su nacimiento, se celebra el DIA MASÓNICO NACIONAL en nuestra patria el 28 de marzo de cada año y a nivel nacional se llevan a cabo diferentes actividades inherentes a resaltar tan magna fecha. En Valle de la Pascua las Respetables Logias Libertador No. 89, Valle de Los Lirios No. 213 y Templo Pitagórico No. 238, como todos los años, se han encargado de organizar las actividades para tal fin. El jueves 28 se realizo un Acto en La Plaza Bolívar a las 8.30 am con participación de los Masones de la ciudad donde se ridieron honores a la memoria de Miranda, a la Bandera Nacional por él traída a nuestro suelo patrio y se presentó una plancha de arquitectura alusiva a tan magna fecha.Con un saludo de Paz Fraternal…
RR.: Logias de Valle de La Pascua: Libertador No. 89, Valle de Los Lirios No. 213 y Templo Pitagórico No. 238, en Valle de la Pascua, 29 de marzo de 2019.
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