Así lo pienso y así lo escribo/
Los cambios del hogar frente a la escasez
La dinámica dentro del hogar ante la escasez ha cambiado mucho; las familias, de tres platos diarios de alimentos que consumían en la cuarta república, hoy solo alcanzan a comer dos veces de tener suerte, porque hay núcleos familiares que solo almuerzan y no lo hacen de manera correcta, sino, lo que logran conseguir durante el día. Tengo amistades que en sus casas, no desayunan, solo almuerzan, cenan pan con leche y se van a dormir temprano para acostarse con algo en el estómago y evitar el ardor estomacal que produce el hambre. En conversaciones con algunas madres, estas me cuentan que son muchas las ocasiones en lo que solo almuerzan arroz solo, o arepa sola, y cenan un trozo de pan, casabe o una panqueca preparada con agua y harina de trigo, sin los otros ingredientes, ya que estos no se consiguen. Indudablemente que esta es una generación de niños mal nutridos, bajos de peso, de estatura, desganados y de madres que han rebajado un montón de kilos, ya que estas prefieren sacrificarse y ceder la mejor ración a los hijos o el esposo que en muchos casos son el sostén de las casas. Gracias a DIOS que existe el agua, aunque sucia, amarillenta y no apta para el consumo humano, es lo que se está consumiendo para llenar el estómago y tener sensación de llenura. Y hablando de cambios en el hogar, en el mío propio y en el de muchos, las mujeres y niños llevamos la peor parte de esta escasez que cala hasta los huesos. Modes.- Ante la falta de estas toallas sanitarias de uso mensual para las féminas, hemos optado por usar “trapitos”, de romper las franelas viejas de los varones de las casas e improvisar un amasijo de tela que solo nos sirve para usar dentro de la casa, pues no quiero ni pensar salir con ese “bulto” a la calle. Shampoo.- Otro producto infaltable para las damas, casi irremplazable, he sabido que algunas chicas se han lavado el cabello con cualquier tipo de detergente y lavaplatos. Desodorantes.– Producto tan importante para la higiene personal, que ha sido reemplazado por borocanfor, lavaplatos, limón, bicarbonato, agua oxigenada y hasta alcohol, haciendo padecer a las glándulas sudoríparas ubicadas en las axilas. Cremas dentales.- Muchos se han arriesgado a limpiar sus dientes con jabón azul, agua oxigenada que es muy buena, según lo leí en internet, con sal o agua sola; creo que la halitosis y la gingivitis son enfermedades que están en boga en esta Venezuela del siglo XXI. Las damas, amantes de usar cremas para las manos, para el cuerpo, del aceite humectante corporal, hoy solo nos bañamos con agua, ya que ni jabón de baño se logra conseguir. La crisis ha arreciado tanto, que atrás quedaron los días en que en casa se atendían a las visitas a todo dar, se preparaba un exquisito plato para agasajarlos, deliciosas meriendas; hoy por el contrario, cuando llegan las visitas, escondemos la poca comida que se prepara y se sirve solo cuando las visitas ya se han ido; cuando nos anuncian una visita, nos asustamos, inventamos cualquier excusa para que no vayan, decimos que estaremos fuera de la ciudad, en el campo, pues simplemente no hay nada que brindarles. Los niños son otras víctimas de este proceso de involución, pues hoy día sale cuesta arriba prepararles a los más chiquitos jugos naturales, la acostumbrada merienda a media mañana y a media tarde, a veces darles el desayuno a los niños resulta una tarea difícil, son muchos los que están tomando maicena sola, crema de arroz sola, sin azúcar y sin leche, hoy la pañalitis es el pan de cada día de quienes están desde la cero edad hasta los dos añitos. Muchos de nuestros niños no pueden ir a las guarderías por falta de pañales y comidas, en muchos simoncitos bajaron la matrícula porque simplemente las madres no tienen como llevar a los hijos a estos sitios, esto obviando los cuadros de desnutrición que se aprecian en las barriadas, mal nutridos desde las madres que amamantan hasta sus hijos; porque simplemente si hay la arepa, no se tiene con que rellenarla y si esta de DIOS conseguir el arroz o la pasta, se comen solas porque no hay para más. Tengo una amiga, madre de cuatro hijos, que cada vez que la veo, está más desmejorada físicamente, a veces pienso que no llegaran a diciembre, siempre la llamó para saber de ella, me dice que comen porque sale a pedir entre los vecinos del barrio y con eso pasan el día, pues solo consigue para una sola comida, sus niños que pasaron para 2do grado todos, están lánguidos, las veces que los visito para llevarles algo, pues salgo a pedir para llevarles alguna ayuda, se muestran retraídos, cabizbajos y taciturnos, pero de todos, mi amiga es la que ha llevado la peor parte. Estas y otras dinámicas ha cambiado dentro de los hogares venezolanos con este revolución del siglo XXI, la misma que nos dejó el extinto autoproclamado líder de lo que él osaba llamar revolución y yo creo que es más involución que otra cosa, a las pruebas me remito.
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