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“Agarra lo que quieras, pero no le hagas nada a mi viejito”

Hay varios detenidos por la investigación del crimen contra Manuel Barrios, a quien degollaron en El Marqués en su residencia.

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31 de Agosto del  2016.

Notipascua.-

Luisa de Barrios se resiste a dejar la casa donde vivió por más de 50 años con Manuel. Él no solo era su esposo, también la atendía y la ayudaba a desplazarse de un lado a otro porque ella tiene una discapacidad en las piernas que le impide movilizarse con facilidad. Luisa se quedó sola. A Manuel, su compañero de vida, el hampa lo separó de su lado.

Tres hombres, uno de ellos no llegaba a 20 años de edad, entraron a su residencia en la calle Terepaima de El Marqués. Manuel Barrios, de 84 años,  había salido al porche a pelar unas verduras para preparar el almuerzo. Aunque ella le insistió en que lo hiciera en la cocina, él prefirió salir para no ensuciar el piso de granito. Cuando abrió la reja se topó con los tres hombres que desde hacía varios días habían cortado la concertina de seguridad que protegía el muro de la vivienda. Ingresaron por el estacionamiento y caminaron hasta la puerta principal. Dos de los delincuentes sometieron a Manuel, mientras que uno de los jóvenes condujo a Luisa hasta el baño. Allí la amarró. Le dijo: “Qué lindos esos zarcillos, abuela. ¿Son de oro?”. Ella respondió: “No sé, pero llévatelos y agarra lo que quieras de la casa, pero, por favor, no le hagas nada a mi viejito”.

A ellos poco les importó la petición de Luisa. Ella escuchó un ruido y como pudo se desató. Bajó gateando hasta la sala y vio a su esposo tendido. Lo habían degollado. Los delincuentes no solo cargaron con los objetos de valor de la propiedad, también se llevaron hasta los pollos que tenían en la nevera.

Luisa no tuvo hijos con Manuel; tenían 40 años viviendo en esa urbanización juntos. Pese a que los tres hijos de Manuel insisten en llevársela, ella no quiere, está aferrada al recuerdo de su esposo. Desde que ocurrió el crimen, el domingo en la mañana, no ha dejado de hablar de él y de la falta que le hace.

Marlenis de Urbáez, hija de Manuel, vive en Barcelona, estado Anzoátegui, y con frecuencia se comunicaba con su papá. “Estaba pendiente de él, de cómo se sentía porque recientemente lo habían operado de una hernia, y me decía: ‘Cuándo te vienes para arreglarte el cuarto’. Era un padre en todo el sentido de la palabra: consejero, amigo y guía”, expresó Urbáez.

De las investigaciones poco se sabe. Desde el domingo en la tarde, los cuerpos de seguridad tomaron el barrio Campo Rico que colinda con la urbanización, hicieron allanamientos y durante el procedimiento detuvieron a varios hombres por averiguación y hay adelantos sobre la ubicación de los delincuentes por el rastreo del celular de Manuel, que se llevaron los hampones. “Solo queda esperar a ver si se hace justicia”, dijo la hija.

El Nacional.

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