09 de diciembre del 2016.-
Valencia||Notipascua.- La obsesión mortal de una mujer por tener a toda costa un hijo, le congeló la sangre a los lugareños de un deprimido vecindario de la parroquia Miguel Peña, situado al sur de Valencia.
A sus habitantes, en su mayoría trabajadores y estudiantes íntegros, aún les entorpece la respiración el atroz crimen de una inocente adolescente, con 37 semanas de gestación.
Los detectives Eje de Investigaciones de Homicidios Carabobo, de la Base Miguel Peña, reconstruyeron el espantoso asesinato que, a sangre fría, cometió una pareja de psicópatas. La mañana del martes 29 de noviembre Jennifer Carolina Santana Santana, de 33 años, contactó a una cándida parturienta de 15 años de edad en la maternidad de la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera.
La ingenua adolescente se practicaba la última ecografía antes de dar a luz. La histriónica mujer quien aseguró llamarse “Jenny”, bajo engaño ofreció regalarle ropa y otros artículos para recién nacidosque ella guardaba en su vivienda. Al día siguiente la entusiasmada gestante, quien residía detrás del Mercado Mayorista, les comunicó a sus familiares que acudiría a la parroquia Miguel Peña de Valencia a buscar unos obsequios para su niña que dentro de poco llenaría su vida.
Jamás pensó que tendría una cita con la muerte. Al llegar a la vivienda situada en calle Negro Primero del sector Las Invasiones 26 de Marzo, parcela número 45, la esperaban sus criminales. Los detectives presumen que fue golpeada con un objeto contundente en la cabeza, luego la amordazaron y ataron de pies y manos.
Jhon William García Palmera, pareja de la autora intelectual del macabro plan, fungió como cirujano. Sospechan que Jennifer Carolina sirvió de “comadrona”. Los investigadores presumen que la adolescente perdió el conocimiento debido al dolor mientras le extraían a su niña de su vientre sobre la mesa del comedor. “Improvisaron un quirófano casero”, dijo uno de los investigadores que incautaron algunos objetos quirúrgicos.
Para finalizar la sombría cirugía, degollaron a la víctima y su cadáver lo arrojaron en un terreno colindante con la parte trasera del rancho. Al día siguiente la trastornada mujer llegó a la maternidad del Hospital Central de Valencia donde volvió a mentir.
Dijo a los médicos de guardia que ella había dado a luz en su casa y que su niña tenía dificultades para respirar, rogaba que la ayudaran, que salvaran a su criatura. Sin embargo, los galenos desconfiaron del relato, pues la falsa madre carecía de signos post parto. La neonata falleció horas después.
Al entrar en contradicciones los uniformados de PoliCarabobo, adscritos a la Unidad de Servicios Especiales del área de Maternidad de Alto Riesgo, arrestaron a la falaz madre. La pusieron a las órdenes de la Fiscalía 20, pero la engañadora de oficio se salió con las suyas de nuevo. La presentaron en un tribunal de control, donde compungió a la juez y la dejaron en libertad.
Tres días más tarde los vecinos hallaron el cadáver de la infortunada adolescente. Expertos del Laboratorio Biológico que llegaron procedentes de Caracas constataron, a través del reactivo conocido como Bluestar, la presencia de una gran profusión de sangre latente en toda la casa.
La pareja homicida fue detenida. Se encuentran a la disposición del Ministerio Público. Los funcionarios de la policía científica presumen que los criminales planificaron el asesinato con varios meses de antelación. Consideran que pensaban abandonar la barriada y huir con la criatura.
Los patólogos forenses valoraron que la neonata falleció por la ausencia de asepsia del lugar donde la trajeron al mundo y madre pereció por desangramiento.
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