De acuerdo a un estudio realizado en Alemania se conoció que las madres que son solteras pueden llegar a ser más felices y tener mayor autoestima, puesto que llegan a sentirse más satisfechas con las acciones que realizan en su día a día
Investigadores alemanes determinaron que las mujeres que son madres y además solteras son más felices, ya que logran romper con viejos estereotipos de sufrimientos que pueden llegar a demostrase en relaciones, afectando indirectamente a los hijos.
El estudio que fue realizado por la Universidad de Humboldt, de Berlín, llegó a arrojar luego de analizar a más de 10 mil personas en un sitio de citas por internet datos muy interesantes acerca de los estilos de vida y motivaciones tanto de mujeres solteras sin hijos como de las madres solteras.
A través de un análisis la psicóloga Wiebke Neberich descubrió que aquellas mujeres con hijos pero sin pareja se sienten más fuertes y motivadas a cumplir sus objetivos de vida debido a la responsabilidad de tener a alguien a su cuidado.
Sin embargo, no se pretende establecer con este resultado que las mujeres solteras sin hijos carecen de motivación o felicidad en sus vidas, sí pone sobre la mesa la idea de que los hijos pueden funcionar como un motor de motivación para elevar el sentimiento de realización.
Esto quedó reflejado en el porcentaje obtenido en cuanto al nivel de satisfacción laboral, siendo las madres solteras quienes en un 90% aseguraron sentirse más motivadas a trabajar, mientras las mujeres solteras menores de cuarenta años aseguraron lo mismo sólo en un 80%.
¿Cambios en la sociedad?
Por otro lado, el compartimiento de ambas partes difiere en cuanto a las relaciones amorosas; en caso de las mujeres solteras con hijos, el 85% aseguró estar dispuestas a tener una relación con un hombre con hijos menores de 18 años, mientras que las mujeres solteras sólo accedieron en un 53% y bajo la condición de «intentarlo».
Para Neberich, estas cifran hablan mucho de los cambios que estamos viviendo como sociedad, pues demuestra que la crianza de hijos de manera independiente no es sinónimo de malestar ni frustración, por el contrario, implica una mayor apertura y flexibilidad a conocer personas y sobre todo, un mayor compromiso en todos los ámbitos de su vida.
A pesar que este resultado no es definitivo las personas analizadas manifestaron que el ser independientes ayuda en la crianza de sus hijos, puesto que no se encuentran debates entre ambas partes, además de que al momento de solicitar algún trámite legal tampoco se ve algún contratiempo.
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